¿Es útil la valoración de empresas?
PON TU TALENTO A TRABAJAR, Enrique Roca
Otro gran artículo de Enrique Roca que publica hoy el confidencial:
¿Es útil la valoración de empresas? (I)
@Enrique Roca - 08/07/2010 06:00h
Cuando analizamos empresas pretendemos conocer su valor económico en función de los datos e información disponible y de sus proyecciones, independientemente de que su precio pueda verse afectado por la especulación, la psicología de los inversores o la coyuntura económica.
A semejanza de los bonos, el valor de una acción es el resultado del descuento de las expectativas de flujos de caja -beneficios, dividendos,…- y de la volatilidad o certeza de los mismos. Los flujos futuros se estiman en base a un entramado de hipótesis armónicas subjetivas (ventas de la empresa, costes, márgenes, etc.).
Dichos flujos se descuentan a una tasa de interés que tiene en cuenta tanto el coste de la deuda como la rentabilidad exigida a los fondos propios. Esta última se referencia a la tasa libre de riesgo (normalmente el bono estatal) más una prima –variaciones no muy grandes en las tasas de crecimiento o en el tipo resultante al que descontar puede dar lugar a alteraciones significativas en el valor resultante–.
En su interesante post del pasado miércoles comentaba Ignacio de la Torre que la valoración del valor había cambiado para siempre, basándose en que la situación macroeconómica global pone en cuestión la validez del bono estatal como activo sin riesgo, preguntándose si es factible replantear el cálculo de valor con inputs ligados al apetito del riesgo y cómo cuantificar el riesgo futuro de deflación o hiperinflación.
Creo que el mercado de crédito nos puede aportar algunas pistas, principalmente en las entidades y productos más líquidos y transparentes, aunque para algunos sea trasladar el problema.
Descontar los flujos de una compañía liquida en función de su deuda corporativa a 5-10 años más una prima de riesgo que tenga en cuenta la diferente volatilidad del precio de las acciones y bonos, puede ser una buena herramienta. Descontar los flujos de las grandes compañías ponderando los bonos de los diferentes países dónde opera, también. ¿Utilizar la deuda estatal más segura por qué no, o es que esperamos que quebrado el primer país, todos los demás le seguirán? ¿Hasta qué punto Incorporan los diferenciales de la deuda estatal en una Unión Monetaria el riesgo de default? ¿Son más seguros los estados o las empresas a las que en teoría pueden subir los impuestos?
Estos temas son más recurrentes de lo que pensamos, y no es de extrañar que acciones basadas en modelos de credit risk como los de Robert Merton que nos miden la calidad de los activos, del balance y de la distancia a la quiebra obtengan muy buenos resultados en épocas de bajo crecimiento económico.
Junto con factores más o menos objetivos también existen cuestiones subjetivas: ¿la prima de riesgo de mercado ,como rentabilidad extra, es la misma para todos los inversores y debe coincidir con la histórica ¿ las empresas pequeñas o menos líquidas por el mero hecho de serlo son una fuente adicional de riesgo, independientemente del peso en nuestra cartera?
Además, el método de valoración de una compañía viene condicionado por la finalidad con que realizamos ésta. La valoración puede realizarse para preparar una salida a bolsa, para una adquisición por una empresa de capital riesgo, para una liquidación o división en partes, para una compra-venta, etc. Dado que existen diferentes motivos para valorar empresas, se pueden emplear diferentes métodos obteniéndose valoraciones diferentes.
Pero, ¿realmente a la hora de invertir los inversores experimentados y seguidores del análisis fundamental se basan únicamente o principalmente en el descuento de flujos?
Para algunos es tan importante o más, el conocimiento exhaustivo en todas sus facetas tanto de la compañía como de su sector. Preguntarse por ejemplo, en las circunstancias actuales si ciertos modelos de negocio trabajan con los actuales canales crediticios parece legítimo.
No pretendamos encontrar el precio justo, basta con que establezcamos o delimitemos una banda de precios para saber si la empresa está barata con un cierto colchón de seguridad y comprar, o ver utilizando parámetros similares si existen otros productos o compañías con mayor margen de apreciación.
Evidentemente el ejercicio teórico de valoración parece que necesita un cierto replanteamiento pero corremos el riesgo de ir tras el mercado al igual que algunos analistas van tras el precio.
Álvaro Guzmán, uno de los mejores gestores europeos, recomienda en su artículo Mi visión de la gestión:
1.
Comprar entre las empresas cíclicas las más eficientes (lowest-cost producer) siempre que el balance sea muy sólido; hacerlo cuando estamos en el suelo del ciclo (cuando ganen poco dinero o incluso pierdan). Ejemplo: Acerinox, cuando los precios base están en zona de mínimos históricos.
2.
Empresas en reestructuración capaces de deshacerse de los negocios o divisiones no rentables; esto permite grandes subidas de los beneficios una vez que hayan cesado las pérdidas.
3.
Empresas muy sólidas con pocas perspectivas de crecimiento a corto plazo, pero líderes en su sector y con un buen equipo de gestión. Comprarlas cuando su cotización implique un per <10x.
La valoración es un oficio, que requiere conocimientos, experiencia, y sentido común para conocer las limitaciones y las hipótesis en las que se basa. En nuestro país la evaluación de los analistas no es tan conocida desgraciadamente como la de los gestores. Leerse la biografía de los analistas puede ser un primer paso, para confiar más en ellos.
Resumiendo: Compra un negocio que entiendas, si te fías del equipo gestor y no tiene mucha deuda. Y hazlo cuando esté barato (<10x beneficios)
Invertir en función de las primeras páginas de los periódicos es la forma más fácil de arruinarse y de hacer ricos a los brokers. El conocimiento, la reflexión, la anticipación, la paciencia, la acción y el control del riesgo la más fácil de obtener una adecuada rentabilidad. No sería mala idea empezar por examinar los factores que determinan los beneficios del sector donde se trabaja ya que aquí tenemos más información al alcance de la mano.
Fuente:el confidencial