Los huevos se encarecen hasta un 43% por la obligación de ampliar las jaulas
El cuidado animal ha cobrado una gran importancia en el peor momento para los bolsillos españoles. Desde 2004 la producción de huevos ha ido disminuyendo por la directiva europea de Bienestar Animal, que obliga a dotar de mayor espacio a las jaulas de las gallinas ponedoras.
Estos nuevos cuidados impuestos por la normativa han obligado a los avicultores a realizar cuantiosas inversiones en restaurar sus corrales y las jaulas de estas aves. Inversiones que no todos han podido llevar a cabo y que ha repercutido tanto en la oferta de huevos como en el precio final de los mismos que ha aumentado en los primeros meses del año entre un 22,78% y un 43,22%, según tamaño.
Los supermercados, pastelerías y restaurantes españoles afrontan una escasez del 30% de la oferta de huevos. "Es cierto que el bienestar animal tiene un coste, y eso hay que sufragarlo todos, no sólo el avicultor o el industrial, sino también el consumidor", afirma Óscar Hernández, presidente de Inovo, empresa productora de ovoproductos.
España, segundo exportador de huevos en la Unión Europea (UE) por detrás de Holanda, no es el único país afectado; se estima que los productores europeos han recortado su producción entre un 10% y 12% en los últimos meses.
La cuestión es que muchos avicultores, al adaptarse a la nueva normativa, han tenido que ajustar el número de gallinas a la densidad que ahora deben tener en las jaulas para cumplir con la legislación.
Como resultado de la aplicación de la directiva de Bienestar Animal -que entró en vigor el 1 de enero, y sobre la que voces reputadas de la industria detallan sus efectos y hablan del "gimnasio" de las gallinas- el parque español se ha reducido un 23%, al pasar de los 52 millones de ponedoras de 2004, su año récord, a los 40 millones en los que se cifra en los primeros meses de 2012.
En la práctica, esta normativa comunitaria ha obligado al sector nacional -que produjo el pasado año 820.000 toneladas de huevo en cáscara, un 11,25% menos que en 2004- a realizar inversiones superiores a los 600 millones de euros.
Producir huevos bajo esta normativa ha supuesto a los avicultores españoles incurrir, además, en unos sobrecostes de entre el 15 y el 20% por docena de huevos.
La directiva exige, entre otras medidas, dar más espacio a las gallinas en las jaulas para que la densidad sea un 36% menor.
Los productores han tenido que planificar su nueva dimensión y algunos han realizado cuantiosas inversiones de adaptación y de nuevas instalaciones para mantener su cuota de mercado, como ha sido el caso de Dagu, una de las principales empresas del sector avícola español.
Y muchas granjas han tenido que echar el cierre al no poder afrontar los costes de las mejoras, ya que como explica a Efeagro el consejero delegado y director general de Dagu, Juan Gigante, "con el mal balance de las empresas en los años 2010 y 2011 y con la restricción de los créditos es difícil que el sector haya podido acometer una reconversión a tiempo".
En lo que va de año, la cesta de la compra ya empieza a notarlo, aunque la subida en lonjas no se ha trasladado íntegramente al consumidor, ya que la distribución negocia los precios con los productores de forma mensual y trimestral, y no está aplicando en el precio final del huevo la subida total de la cotización en origen.