No es necesario exagerar. Y por supuesto como el uniforme lo impone la empresa debería ser respetuoso y digno. No se trata de "lucir" sino de imponer respeto elegancia y buen gusto.
El uniforme que tenían hasta hace un tiempo, tanto hombres como mujeres, el azul, era digno y elegante.
Iban flamantes por la calle al trabajo y hasta te recorfortaba saludarlos y que te devolvieran el saludo.
Sin perder las buenas costumbres su actual uniforme transmite una imagen, para mi gusto de menor elegancia, los saludas, pero ya no te imponen. Ahora hay mucha diferencia entre sus encargados excelentemente vestidos y ellos, muchísimo menos.
El traje no hace al monje, es evidente, pero un monje disfrazado de arlequin, como que no, vamos. Como que en vez de inducir a la piedad induce a la risa.
Es cierto que el nuevo uniforme es más sufrido a las manchas y que puede ir más descuidado sin que se note. Pero esto es contrario a las normas higiénicas.
El protocolo de manipulador de alimentos es claro en este asunto señalando un uniforme que denote claramente el uso. Se remarca el color blanco, auque un color homogéneo es también muy eficiente en este empeño.
Un atento saludo.