Invitacion a una boda, un marron en tiempos de crisis

Hace un par de años se casó una amiga de segundas. Con cuarenta y muchos años dijo que pasaba de tonterías.

Nos mandó la invitación en tarjeta casera, cortar-pegar motivo pictórico y texto a mano. Decía bien claro que los novios iban en vaqueros y que esperaban el mismo atuendo de los invitados.

Fotos y vídeo caseros.

Unos 20 invitados allegados, comida en restaurante en la sierra madrileña a unos 50-60 euros el cubierto. Salió todo genial y por poco dinero.

Os cuento la última a la que he ido. Sábado por la mañana: boda por el juzgado, vamos los que tenemos ganas de asistir a la ceremonia. Los novios se van a un restaurante con la familia más allegada (unos veinte como mucho). La semana siguiente una paella enorme y buenísima para más de 40 al aire libre. No faltó piscina para los peques, música y una gran tarta. Nos lo pasamos fenomenal ¿no os recuerda a las bodas que contaban nuestros abuelos? quitando lo del juzgado, claro…

150 el cubierto?haleeeeeeeeeee....
yo me case alquilando 1 masia un poco remota,con musicos y aperitivo+el banquete nos salio a 36 euros por invitado.
pero 150!!!!si es que no somos mas tontos porque no entrenamos!!

totalmente de acuerdo,esta crisis va a tener algo muy util:
1:quitar tonterias de la cabeza.
2:hacer que pensemos en el porque de las cosas.
las bodas deberian ser algo que trajera felicidad y alegria,y,no un agobio economico,
muchas veces por aparentar,y,por tradiciones que casi nadie sabe de donde vienen,pero que
hay que "seguir".

Yo a los amigos directos estoy pagando 125, con dolor porque no soy de los que disfruta de comidas copiosas ni de la "fiesta" de una boda

Si los casamenteros quieren poner un cubierto de 80 o de 200 euros alla ellos

Tengo la sensación que muchas tonterías han salido ya de muchas cabezas. Ese consumismo exacerbado, la manía de tener que tener el último grito de móvil, de videocámara, de PC, de TV, de lo que sea... ¡Qué obsesión!

Aparentar ha sido el gran error de los últimos años. Ya era hora de que se acabasen la tontería y la presunción.

Las aguas vuelven a su cauce y dónde no hay norma se impone ella.

Un saludo cordial