Re: Versos sueltos
La tensión continúa en los mercados, como lo refleja el 5,4% de caída del Nikkei de Tokio. Las dudas afloran en las bolsas europeas, y el Ibex, desplomado ayer un 4,4% a mínimos de 2013, pone en riesgo ahora los 8.100 puntos. La prima de riesgo frena su escalada, y el petróleo en EEUU recupera los 30 dólares.
Los inversores dudan a la hora de cortar la oleada bajista vivida la jornada anterior. Desde el cierre de la sesión de ayer las referencias han deparado caídas muy desiguales. Wall Street logró moderar al 1,1% sus descensos en el Dow Jones, mientras que esta mañana el Nikkei de la Bolsa de Tokio se ha desinflado un 5,4%, al borde de los 16.000 puntos. El festivo en China ha otorgado mayor protagonismo si cabe a los datos macro publicados a primera hora en Alemania. Las cifras tampoco invitan precisamente al optimismo. Antes de la apertura se ha conocido que la producción industrial en la mayor economía de la eurozona cayó un 1,2% en diciembre, un dato que se aleja por completo del repunte del 0,4% que esperaban los analistas.
Los futuros de las principales bolsas europeas amagan con nuevos recortes, próximas al medio punto porcentual. Estas dudas ponen en peligro los 8.100 puntos del Ibex. El descalabro de ayer hundió un 4,44% al índice selectivo español, desplomado hasta sus cotas más bajas desde el verano de 2013. Sólo en lo que va de año las bajadas rozan el 15%, el doble de lo perdido en todo 2015.
La aversión al riesgo latente en los mercados ha activado un nuevo varapalo bursátil a la banca. La escalada en la prima de riesgo y las alertas en la periferia tampoco ayudan a contener los descensos en valores como Banco Popular. Sus acciones se desinflaron ayer otro 7%, y ya caen un 28% sólo en lo que va de año. Bankia cada vez ve más lejos el umbral de un euro por acción. El castigo ha alcanzado de lleno a los dos grandes bancos. Santander parte desde los 3,5 euros, y BBVA desde los 5,5 euros. Los temores sobre el crecimiento económico mantienen la presión sobre valores cíclicos como Arcelor y Acerinox. En el caso de Repsol, sus accionistas vigilan de cerca la evolución del petróleo, después del correctivo sufrido en las últimas jornadas. Las firmas de inversión encuentran nuevas alternativas de inversión en medio de este varapalo bursátil. Barclays apuesta por Almirall, Berenberg por Grifols y Kepler por NH.
Las bolsas europeas ponen a prueba nuevos soportes en sus caídas. El Cac francés podría bajar de los 4.000 puntos, y el Dax alemán alejarse de los 9.000 puntos perdidos ayer. Buena parte de las miradas se desviarán hacia la Bolsa de Atenas, hundida ayer un 8% en medio de las alertas que generan las nuevas fracturas en el Gobierno de Alexis Tsipras. La inestabilidad política ha disparado la prima de riesgo de Grecia hasta los 1.000 puntos básicos. Sin abandonar la periferia, la Bolsa de Milán acusó especialmente ayer el rebrote de la aversión al riesgo. El sector financiero sigue en el punto de mira de los inversores. Las dudas económicas amenazan con prolongar la era de los tipos negativos de interés, una situación que ya ha lastrado notablemente la rentabilidad de los bancos europeos. Deutsche Bank se hundió ayer un 9,5%, y Credit Suisse viene de desinflarse cerca de un 15% en tres jornadas.
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.