La vida es una noria. Hoy estamos arriba y mañana quizá veamos como nuestra maravillosa y acomodada situación se desvanece.
Hay provincias españolas que tienen economía sumergida porque a la gente no le queda otra. Y éso es impresentable. Estas personas son las que realmente me dan pena. Llevar años engrosando las listas del paro y ante la desesperación de no encontrar nada, tener que trabajar en lo que les sale, aunque sea sin cotizar con tal de llevar algo a casa para comer. ¡Buf! ¡Qué situación más dura!
Lo de políticos y salario mínimo en la misma frase desgraciadamente me suena a chiste.
Aumentan cada año las subvenciones de sus partidos y disminuyen proporcionalmente las dedicadas a empresas y a investigación, que los científicos en España se están muriendo de hambre y tenemos verdaderos cerebros que se nos están yendo a EEUU, a Alemania...
Ojalá se resuelva el problema y nuestras instituciones rectifiquen su actitud, aunque lo veo muy difícil.
Ahora bien, lo mismo te digo para los jóvenes gorrones, que haberlos haylos y que pretenden que la sociedad les siga manteniendo como hacían sus papis. A éstos, ni agua, que ¡ya les vale!, que se lo curren como hicimos los demás. De verdad que hay más que suficientes pijos laborales aprovechándose de toda la ayuda social posible e imposible de una manera indecente...
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.