Gracias a Rankia empecé a abrir mi mente -como bien describes- a otras entidades. He sido siempre clienta y accionista del Stafander, y también tenía ciertos ahorrillos (y heredadillos ;-)) en el BBVA, hasta que empezaron a portarse mal. El Staf estafó a mi padre, como ya he contado muchas veces de una manera repugnante y dejaron de caerme bien para siempre. Me da igual que haya buenos asesores, para mí si visten de rojo ya me caen gordos y me producen urticaria. A mí también me malaconsejaron y perdí dinero...
Pero me costaba mucho sacar todo de ambos bancos -también dependía de vencimientos-, ya que el BBVA por su parte, sin estafarme tan claramente, me ha estado tomando el pelo dos años con la venta de prf serie F.
Ahora poco a poco, voy repartiendo mi dinero en diferentes entidades. Ya no busco amigos, busco mi interés y que me llamen subastera o lo que quieran, alguno ha tenido la osadía de hasta enfadarse conmigo por irme a otro sitio. Chulita le contesté: "Es simple: Ofréceme más y me quedo". Se quedó callado.
Antes los bancos eran casi amigos del cliente, buscaban su satisfacción, cuidaban sus intereses, el cliente estaba contento y seguía invirtiendo en "su" entidad, de generación en generación.
Hoy hemos pasado a ser números, con anotaciones en cuenta que si se las queda el banco mejor y si te arruinan no es su problema, nadie te puso una pistola en la sien para que firmaras y si te mueres, a ver si tus herederos se quedan como nuevos clientes-víctima... y ¡que pase el siguiente!
Un saludo
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.