Sí, ya sé que puedo resultar agarrada y dar una apariencia de cofrade de la Virgen del Puño, pero como hablo de regalos para mí en días que no vienen a cuento como el de hoy, prefiero mil veces que me sorprendan con un beso inesperado, de ésos robados que saben tan ricos, con un ramillete de flores silvestres cualquier otro día del año. Saber que no necesita que el centro comercial Pepínez le recuerde que su mujercita le espera en casa, cocinando su plato favorito y peleando con el perro que él eligió.
Sinceramente, no me van las fechas enlatadas, que nos obligan a recordar a alguien o a algo.
El Día de los Enamorados, ningun otro día se celebra el amor ???, ¿Para cuándo el día del amor fraternal (fuera de la Iglesia) o entre amigos?; el Día del Padre, los demás días aparcas al viejo en una esquina ???, el día de la enfermedad X y los que padezcan este tema el resto del año que les den ???, y así podríamos seguir horas, qué digo, días: el Día del Hambre, el Día del niño, el Día del orgullo gay... ¿Cuándo es el día del orgullo heterosexual? ;-)
No hay cosa que me haga más ilusión que un detalle como ir a sacar la ropa de la lavadora y encontrármela ya tendida, o recogida si estaba seca, o ir a ordenar un armario y encontrármelo en perfecta disposición (porque por ejemplo, ayer se lo dije y hoy se ha acordado de mí)... No sé hay infinidad de detalles.
Éso no quita para que un día cualquiera, un día al azar, llegue a casa a la hora de comer y me diga con tiempo, ponte los zapatos, hoy comemos fuera...
Pero regalos porque sí, porque hoy han dicho que hay que regalar, no gracias.
Me alegro de que lo hayas recibido, ayer pensé que algo había fallado. Creo que sabías de sobra todo lo que te expresé, pero sentí la necesidad de plasmarlo por escrito.
Un besote.
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.