Desde mi punto de vista vivir nunca puede ser indigno, quizá las condiciones de extrema pobreza y su mantenimiento por intereses creados sean indignas de una sociedad civilizada y desarrollada y del "1er mundo" y sea indigno también mantener a media África, Asia, Sudamérica y poco a poco también a Europa con hambre. Pero el hambre y la necesidad no hacen indigna a la persona que las sufre. No hay que equivocar conceptos.
No obstante, hay muchos españoles que están viviendo con un poquito más de la mitad de esa cantidad que comentas.
Quizá no sea cuestión de discutir, simplemente de tener las ideas claras, las tuyas que son las válidas para tí, para los tuyos. No se puede impedir que los demás piensen distinto.
Por ejemplo, a mí me agobia muchísimo estar leyendo malas noticias todos los días. Una cosa es intentar poner los medios para que la crisis te afecte lo "menos" posible y otra muy distinta estar todo el día en un "ay". Hoy he entrado solo a contestar a un par de mensajes y he salido escopetada. No porque crea que hay que esconder la cabeza como el avestruz, pero mientras nos sigamos agobiando por lo futurible venidero, las lágrimas no nos van a dejar ver la poca o mucha felicidad actual y es el presente lo único que tenemos.
Si me diera un infarto de miocardio con tanto catastrofismo -porque tengo el corazón a la virulé como sabes-, y me fuera para el otro barrio, te digo allí lo que me iba a importar si aquí os quedáis pagando en Neopesetas, en Euros Sureños o en Canicas Coloradas...
¡Todo el santo día augurando fieros males, ésto no puede ser!
Un abrazo
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.