"Y cuando los lleven a las sinagogas, ante los jueces y autoridades, no se preocupen cómo defenderse, ni de lo que van a decir; el Espíritu Santo les enseñará en ese mismo momento lo que deben decir" (Lucas 12, 11-12).
"Cuando os trajeren a las sinagogas, y ante los magistrados y las autoridades, no os preocupéis por cómo o qué habréis de responder, o qué habréis de decir;
12:12 porque el Espíritu Santo os enseñará en la misma hora lo que debáis decir."
Son dos traducciones, pero vienen a decir lo mismo. La libre interpretación de la Biblia no está aceptada por la I.C. No es tan importante la formación como la intención, pero algo de formación sí que hay que tener para hablar, claro... Ahí te doy la razón. Sobre todo en los tiempos que corren, en que parece que lo modernito es ir contracorriente, ;-) Además de llamarse Francisco, ;-)
El titular sería: El Espíritu ayuda a defender la fe.
Quizá el problema sea que cuando argumentas tres horas en contra de lo que se quiere oír, basta que venga otro y aporte cuatro palabras diciendo lo que se quiere escuchar, para que todo tu rollo macabeo se quede en agua de borrajas, como ocurre siempre que no se habla del tema en los foros adecuados. Y este a la vista está que no lo es.
Creo que formación tienen que tener ambas partes, la que habla y la que escucha. Y luego darse la viceversa, el que habla, saber escuchar después y el que escuchó argumentar con criterio formado.
Solo por afirmar una cosa, no comienza a ser verdad, sea lo que sea, y en ambas direcciones... A mí desde luego con afirmaciones categóricas no me va a convencer nadie. No todo el mundo habla ex-cathedra, aunque muchos piensen que sí, ;-) El único que puede hablar así es el papa y tampoco siempre, solo cuando habla en materia de Fe y Costumbres.
Ahora bien, si empezamos con que solo somos cristianos, pues mal vamos para argumentar la obligación moral de cumplir los Mandamientos de la Santa Madre Iglesia Católica o cualquiera de sus Dogmas, porque una persona que solo es cristiana -como mi barbudín, sin ir más lejos- no tiene por qué aceptar las normas morales de la Iglesia Católica.
Un saludo cordial
P.D.: Por cierto, yo soy cristiana y católica y tampoco me avergüenzo de decirlo. ¿Por qué habría de avergonzarme?
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.