Lo que me resulta más curioso es la liberalización ilimitada de lo que en una sociedad decente sí debería de considerarse tabú, por lo menos, en público y luego el recelo misterioso de considerar tabú a lo que tendría que ser diáfano, transparente y libre. Efectos adversos de la doble moral. Más tarde definiremos como algo presente la hipocresía, la mentira, la necesidad de plasmar en eufemismos lo que nos molesta a nuestro personal juicio de valor. Así nos va.
El tema no estriba en que haya que prohibir o demonizar el uso de determinadas imágenes por el peligro que corren los futuribles idólatras, sino en atreverse a educar sin tabúes en el conocimiento de lo que son dichas imágenes, lo que representan y enseñar su buen uso a quienes elijan "religión"-aquéllas que funcionen con imágenes religiosas, se sobreentiende- como optativa en la escuela/colegio. Claro, que en un estado aconfesional, con un laicismo desbordante, dónde nos asusta tener un Crucifijo en la pared de una escuela, mal vamos...
A quienes no practiquen ninguna religión, tampoco se las vamos a meter con calzador, porque si no entran en una Iglesia a verlas y van a seguir a Dios con su librillo -cuál maestrillo-, ¿para qué van a tener imágenes en su casa que no van a usar?
De todas formas, tampoco así se evitarían las supersticiones. Ya te comenté que un día, yendo a comer con Barbudín, al camarero que servía una paella a la mesa del al lado, al poner la paella en el centro, tropezó el salero que cayó. Inmediatamente, uno de los comensales lo agarró y con fuerza y la velocidad del rayo, comenzó a arrojarse sal por encima del hombro izquierdo como un poseso, hacia atrás. ¡Menos mal que no me llegó a mi la sal, porque la habríamos tenido! ¡¡Y menos mal que a los supersticiosos no les da por hacerlo con la vinagrera!! Jajaaaa
Contra eso no se puede luchar. Ni lo pretendo.
Insistes en el error y ya no te lo voy a decir más veces. Al rezar ante una imagen de una advocación mariana, no se desvía la atención de la oración a otra persona que no sea la Virgen María Madre de Dios. Por mucho que lo afirmes, no vas a llegar a tener razón, porque partes de un error de base.
¡Fíjate si hay formas, tamaños, colores, materiales de distintas cruces y no se te ocurre afirmar si todas se referirán al mismo Crucificado, Nuestro Señor Jesucristo o si quienes las llevamos o tenemos, pensamos que hay distintos Cristos, crucificados históricamente en diferentes cruces! Es que no tiene ni pies ni cabeza, por favor. También hay numerosos nombres de Cristos y todavía, llevamos días hablando del monotema, no has dado en mencionar. Curioso.
¡Madre mía, madre mía, menudo cacao habemus! Simplificar toda la relación con Dios a una sola oración, induce a pensar en la reducción -adrede o no- textual de los Evangelios. Probablemente por haberlos leído e interpretado libremente, me aventuro a proclamar a los cuatro vientos... Si crees de verdad que Dios solo nos enseñó a rezar al Padre sin ningún intermediario más, y a través solo de una oración, como única vía de contacto, vamos dados, compañero, porque opino radicalmente distinto y ya te he dicho muchas veces que, en este foro (e hilo), no quiero profundizar en mi fe. Luego comienzan los trolleos privados y me dan los findes. PA-SO.
Vaya por delante y como ejemplo de donación de compañía mariana al pobrecito humano, que se quedaba solo, sin Dios presente en cuerpo temporalmente, el evangelio de San Juan, en sus versículos 26 y 27. Hay muchos ejemplos más, pero entrar a saco en el tema, me supone entre otras cosas, mucho esfuerzo físico y psicológico, para no convencer a quien no quiere ser convencido y encima, para ganarme simpáticos adeptos sabáticos. No, gracias.
Hablar de María es tener que citar los Evangelios uno a uno, capítulo a capítulo, hay muchas alusiones a su papel de mediadora Dios/hombres. Entre otras, para mi una fundamental, porque sin su "fiat", no se habría encarnado el Hijo de Dios en Ella, así que imagina, hasta dónde podría llegar mi reflexión. Dios Hijo se hizo hombre para nuestra salvación, pero en María y por María.
Para aquellos que, de verdad, sientan interés por el asunto y tengan mucho tiempo y ganas de no interpretar lo que les resulte más agradable a sus convicciones, les recomendaría el Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen de San Luis María Grignion de Montfort, que además de ser una joya literaria, tiene una profundidad espiritual, digna de un cerebro único. Eso sí, con diccionario filosófico-teológico delante. Las libres interpretaciones de cándidas almas podrían causar estragos en la semántica de sus textos.
Si entramos a denunciar las falsas devociones y los falsos devotos de María, los devotos críticos, escrupulosos, exteriores, presuntuosos, inconstantes, hipócritas y los interesados, la vamos a liar, no parda, lo siguiente y te aseguro que no tengo ni la menor intención ni gana.
Y si por el contrario, entro a describir y valorar, teología en mano, la búsqueda de la perfección en la relación directa con la Santísima Madre, que Dios Hijo nos marcó con varias frases, implicaría tener que apostillar lo esencial de esta devoción que consiste en el interior que ella debe formar, y de antemano sé que no será igualmente comprendida por todos.
Como siempre la mayoría se detendrá en lo que tiene de exterior -lo típico-, sin pasar de ahí; otros pocos, penetrarán en lo interior de la misma, pero se quedarán en el primer grado de contemplatio.
Te pregunto: ¿Quién intentará subir al segundo grado de buen grado? ;-) ¿Quién llegará hasta el tercero con la sana intención de aprender de Ella, para que nos conduzca a Su Hijo? ¿Quién, finalmente, permanecerá en el habitualmente? Esto lo comentábamos el otro día y ya conoces mi opinión, dudo y mucho en el estar EN Él siempre, por parte de quien nos quiera seguir. En serio, no considero que sea el marco adecuado para meditar este tema.
Agárrate con una de las frases del texto que te he puesto antes:
"Sólo aquel a quien el Espíritu de Jesucristo revele este secreto y lo conduzca por sí mismo para hacerlo avanzar de virtud en virtud, de gracia en gracia, de luz en luz, hasta transformarlo en Jesucristo y llevarlo a la plenitud de su madurez sobre la tierra y perfección en el cielo."
Si, de verdad estás por la labor de captar Su Mensaje con la mente un poco más abierta y no quedándote en lo más básico de Su doctrina o de lo que la tradición popular ha dictado de generación en generación, muchas veces erróneamente, por separar costumbre y fe, te animaría a un privi o a que charles amigablemente con alguno de mis amigos feisbukeros, o conmigo misma, pero no aquí. ;-)
Pero si ya partes de la base de que no vas a querer aceptar lo que grandes pensadores, filósofos, teólogos han escrito, pues chico, apaga y vámonos. ¿Por qué ibas a querer leer mis humildes textos al respecto? Algo me falla. "María: quien reza sin contar contigo es como quien pretende volar sin alas". También te dije que estaba leyendo un libro de San Alfonso María de Ligorio, ya lo acabé y lo he vuelto a releer dos veces más. "Dios es Amor". Uno que también te recomendaría es: http://rsanzcarrera.wordpress.com/2013/03/04/el-gran-medio-de-la-oracion-de-san-alfonso-maria-de-ligorio/
Tienes que hacerte cargo, mi salud ya no es lo que era, ni mi aguante, ni mis ganas de leer según qué comentarios bífidos, no los del yogur no, que esos van con "U" de Úbeda, jajaaaaa
Un abrazo dolorido
¡Sed felices!