Lo de subir a la Giralda lo digo porque mi querido padre que ha sido y en el fondo desearía seguir siendo el trepa torres y sube montañas oficial del reino, nos ha subido a sus hijos a todas las torres y torretas que hayamos visto hasta de lejos. Mi madre decía ir subiendo que ahora voy yo, jejeje, y se quedaba abajo la puñetera tomando un café. Pero a los niños nos tocaba subir, y la Giralda me pareció más fácil de subir que otras con tropecientos mil peldaños, que terminas con los muslos más duros que un saltimbanqui, o las acaracoladas de las que acabas llegando arriba mareado... De ahí que a la Giralda volviera a subir de adulta con mi Costillo. Y me volvió a encantar la vista. Quizá también por la belleza de la capital de las provincia que vieron nacer a mis admiradísimos Velázquez, Murillo, Becquer, San Isidoro... y ¡¡Felipe González!! (Bueno, éste último menos admirado)
Espero que no te haya molestado llamando al precioso Guadalquivir, "riachuelo". Es que soy muy bromista, a pesar de lo seria que parezco. También le llamo a Madrid "ese poblachón manchego", o a mi marido le dije que en Teruel iba a ver un toro de dimensiones colosales. Creo que lo sigue buscando todavía. ¡¡Que estábamos en la mismísima plaza del torico y NO lo encontraba!! Las risas que hicimos, jajaja
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.