Quizá deberíamos ceñirnos a contar el cómo y con ayuda de qué, en su caso, hemos conseguido dejar de fumar los ahora ex-fumadores. Unos lo hacen a lo "bruto", de un día para otro, sin más. Otros necesitan pastillas, chicles, apoyo sicológico, etc. Pero si el resultado es positivo, olé sus coj...a todos ellos.
Y otros son ahora felices exfumadores gracias al método Carr, conozco a varios, incluido yo mismo. No podemos descalificar algo porque no nos haya funcionado, y aún menos sin haberlo siquiera probado, como parece ser tu caso por lo que dices. Y sin embargo eres tambien exfumador, luego hubo un método que sí te funcionó, y si fue a base de fuerza de voluntad pura y dura, pues entonces el mérito es enorme, y si tuviste otras ayudas tampoco es menor dicho mérito.
Está claro que para cada uno, individualmente, el mejor sistema es aquel que nos ha permitido dejar los malos humos, en sentido real y figurado, je, je.
Aclaro, yo no he leído el libro del sr. Carr, recibí su método mediante una larga y bien diseñada charla, durante la cual, curiosamente, se nos permitía fumar a discreción, pues a fin de cuentas fumadores éramos al entrar en aquella sala. Y funcionó, quiero decir, ME funcionó. Once años de abstinencia lo confirman.
Sin olvidar que el librito de marras se ha vendido como rosquillas y por algo será. Lo que no significa que todo el que lo haya leido o recibido la charla, sea hoy un exfumador, ni mucho menos. Como ocurre con otros métodos, hay un porcentaje equis de fracasos.
Pero oye, si dos o tres de cada diez lo consiguen, ya me parecería una buenísima noticia.
saludos