Re: ¿Hay que abonar a MERCADONA y CONSUM, las bolsas de plástico?
Mira, he vivido en Bilbao, luego en Berlín, más tarde en Viena y ahora en el campo en la provincia de Alicante.
Estoy lejos del mundanal ruido despertándome con el piar de los pajaritos. Aquí contaminación acústica hay poca, muy poca... Te he de confesar que -muy de vez en cuando- echo de menos el runrún de las voces de las gentes, los gritos esporádicos, los coches, pero las motos menos.
Me llamó mucho la atención cuando regresé de Viena cómo aquí a la contaminación acústica no le damos tanta importancia como allí. Por ejemplo en el centro de Viena está hasta mal visto tocar el claxon y sin embargo aquí a la primera de cambios arreamos un bocinazo y ni pensamos a quién le pueda molestar o no. Tengo que decir que a mí me cuesta mucho tocar la bocina porque después de vivir 11 años en Viena me he acostumbrado a no tocarla, a esperar en un paso de cebra a que pasen los peatones que están haciendo amago de querer cruzar, a empezar a frenar cuando el semáforo se pone en ámbar, etc. "Todo se pega, menos la hermosura".
No sé qué nivel de decibelios estará permitido en el centro de las ciudades españolas y hasta qué hora del día se "puede" hacer ruido, pero sin duda alguna, España es más ruidosa que Austria o Alemania.
Como te decía el campo es otro mundo. Hasta hace un año no teníamos ni canalizaciones para el agua de riego y teníamos que regar con agua del grifo. Y sin embargo, nos bombardeaban con informaciones sobre que España padece mucha sequía, sobre todo en verano, que había que ahorrar agua, que teníamos que pensar en el medio ambiente... Lo de siempre. Y aquí malgastando el agua por hectómetros cúbicos sin querer hacerlo, sin poder hacer nada por impedirlo. Al final, tuvimos que reunir firmas para conseguir las dichosas canalizaciones, pero me consta que ha costado muchos años.
Sí, efectivamente, hay un solo contenedor, pero no uno de cada color, no, UNO y punto. Para un total de 26 casas unifamiliares. Quizá consideres que no son muchas, pero ten en cuenta que aunque los núcleos de población aquí son más pequeñitos que en la ciudad, todos tenemos cuando menos uno o dos perros, otros animales, árboles frutales y demás. Quiero decir con ésto que la agricultura y la ganadería deja muchísimos envases de residuos tóxicos o por lo menos perjudiciales para el medio ambiente, que aún separándolos en otras bolsas, los siguen recogiendo junto a la basura normal. Y ésto es un hecho demostrable y patente a la par que escandaloso, si lo comparamos con la alarma social de las puñeteras bolsas de plástico de los supermercados. Bueno y sin compararlo también. Es escandaloso.
De ahí que haya comentado antes que la explicación de que nos tienen que cobrar las bolsas por motivos de cuidado del medio ambiente, me resulten irrisorios. No significa ésto que no quiera dejar de utilizar el plástico como quizá alguno haya podido deducir de mis anteriores escritos, sino que me remito a pruebas de mi propia vida, mis experiencias con el reciclaje en el campo, que denotan un desinterés absoluto por el Consistorio. Y a veces pienso que si en la ciudad recicláis todo y luego llega el camión y junta la basura con bolsas de plástico que han contenido fertilizantes, plaguicidas, etc.... Creo que está fallando algo de base.
Sé que me podéis decir que estos envoltorios habría que llevarlos a un depósito especial para ellos y yo te digo que si cada vez que un agricultor para desprenderse de sus diferentes tipos de basura, tiene que ir a la busca y captura del contenedor respectivo y gastarse un pastón en gasóleo, de 100 casos, 101 te aseguro que no lo van a hacer. Y que no les llamen insolidarios, por favor. Sencillamente hay que ser realistas. Pedimos más contenedores y NUNCA hay dinero para actualizar la vida en el campo. El reciclaje en el campo -que yo conozco por lo menos- por ahora sigue siendo una utopía.
Creo que he expuesto varias necesidades de cambio, de las que hablaba nuestra compañera Denario, pero como ves, incluso con la necesidad en la puerta de tu casa, los de arriba siguen haciendo oídos sordos. Quizá ya exista la necesidad de cambiar, pero las ganas, las ganas es lo que veo que faltan, y no siempre por parte del consumidor, aunque éste siga siendo el que paga el pato, en este caso, las bolsas.
Cuando vea una actitud seria y responsable con el fin real de preocuparse por el medio ambiente por parte de los que ahora nos exigen tanto, empezaré a creer que hay ganas de cubrir las necesidades de cambio. Mientras tanto seguiré sin entender la lógica de pagar por poder utilizar algo de cuyo abuso se puede perjudicar al ambiente. Y mientras tanto otras bolsas muchísimo más contaminantes al único contenedor existente. ¡Abramos los ojos y no nos dejemos engañar más!
Un saludo
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.