La elección de una entidad bancaria u otra es una opción tan válida como trabajar siempre con la misma. Mientras el usuario tenga la opción de elegir, claro.
Es usted libre de hacerse mirar lo que usted desee. A veces merece la pena cambiar y para según que cosas se puede recurrir a aquello de que los experimentos mejor con gaseosa. O no. Cada uno debe evaluar el riesgo y sus intereses. Lo que no entiendo es el venir siempre con la diatriba de intentar sembrar la duda y de mezclar estos temas, con la fidelidad de la clientela y cosas así que no tienen ningún sentido. O acaso los bancos sí intentan fidelizar clientes? ¿Porque más bien parece lo contrario, intentando exprimirnos sibilinamente (e incluso de forma burda y sucia; todo vale para ellos).
En mi caso me reitero en que hasta la fecha, este banco francés de está portando mucho mejor que todas las entidades con las que trabajé anteriormente. Y no me caso con nadie. El día que me fallen o que sus productos sean superados, me iré sin miramientos y diré tanto lo bueno, como lo malo al igual que hago con otras entidades.
La fidelidad en temas económicos no tiene sentido y no existe. Los bancos y quienes los llevan, bien lo saben y bien lo llevan a la práctica cueste lo que cueste.