Reconozco que hay muchas cosas que cambiar para mejorar.
Cómo asignar los escaños, listas abiertas en los partidos, reconocimiento del voto en blanco como opción de voto tan válida como la de cualquier otra fuerza política y algunas propias de nuestra forma de ser. Toleramos que la responsabilidad individual se diluya en un batiburrillo legal, se confunda con otros casos y, finalmente, quede impune. Hoy por ti, mañana...
Francia es... en el presente, potencia mundial (militar, económica y sobre todo, diplomáticamente hablando), mucho más independiente energéticamente que España (sin gas ni petróleo decidieron hace mucho apostar por la energía nuclear, sin complejos), y a pesar de su haute cuisine,no tienen ni idea de lo que es una buena comida.
Francia era... en el pasado, el absolutismo, la guillotina, la indecisión con respecto a su poderosa vecina Alemania (les pasó factura, a ambos) pero también la cuna de los derechos del hombre y del ciudadano.
Cualquier país, como cualquier persona, es capaz de lo mejor y de lo peor.
Para mi, y solamente para mi, no votar es claudicar a no cambiar. Aceptar el destino divino y que mañana llegue un Paquito de Ferrol con su máquina de viajar a la Edad Media y nos la lie parda otra vez.
Ánimo.