Taquilla del monte: Nuevo impuesto por ir a la naturaleza
La hipótesis, puesta sobre la mesa a debate por el ex consejero de Agricultura Jesús Arango, que dice que los espacios protegidos como los parques naturales deben cobrar por las visitas para facilitar su gestión económica ha levantado polvareda entre los más cercanos al día a día de la vida en un parque natural o nacional en Asturias.
Jesús Barreiro es economista en la división de economía del desarrollo agrícola de la FAO (Organización para la Alimentación y la Agricultura de la ONU) en Roma y doctor en Economía Ambiental. Ha trabajado ampliamente en temas de análisis económico de la biodiversidad y, en particular, de la gestión de espacios naturales protegidos, asunto sobre el que llegó a realizar una tesis. En opinión de Barreiro, «los parques naturales son patrimonio de la sociedad y, como tales, tienen funciones que benefician a todos y que deben ser financiadas entre todos. Pero hay otras funciones de un carácter mucho más individual, tipo el ocio de los visitantes, en las que no me parece mal que se puedan proponer este tipo de soluciones». Barreiro sitúa su reflexión en el contexto económico actual, de enorme crisis, «cuando tenemos el problema de que no hay recursos económicos suficientes tiene cierta lógica que se aplique el cobro en los servicios de los espacios naturales en los grupos de uso específico. Tiene bastante fundamento esta premisa como análisis económico».
De todas maneras, Barreiro también quiere dejar claro que el límite entre el bien público y el uso privado tiene ciertos límites que habría que definir antes de cobrar por ellos. «El uso recreativo de un parque natural puede contener un componente educativo, en educación ambiental en concreto, que hace difusa la línea entre lo público y lo privado. Es decir, si cobras por el uso recreativo, ¿no puedes llegar a excluir a colectivos que podrían llegar a un bien público como es la educación ambiental? Habría que delimitar muy bien ambos conceptos de uso».
Barreiro señala, asimismo, que «la mayor parte del presupuesto de los parques naturales no se la lleva el mantenimiento medioambiental, o un grupo de guardería que salvaguarde la biodiversidad o evite el deterioro del parque; la mayor parte del presupuesto se va en carteles, sendas, edificios, personas que atienden a los visitantes..., por lo que si consigues derivar parte del peso financiero de estas actividades con financiación de los usuarios estarías mejorando la gestión en dos vertientes: reducción de la necesidad de aportación general y posibilidad de dedicar más medios a la protección del espacio natural».