Tengo la solución a la crisis
TENGO LA SOLUCION A LA CRISIS
Nos quedan días para que nuestra España se hunda del todo, el gobierno ha tomado algunas medidas discutibles y en cualquier caso, tendrían efecto al cabo de mucho tiempo y después de despedir a muchos trabajadores más.
Para que los casi 6 millones de parados vuelvan a trabajar, España necesita volver a fabricar los bienes y servicios que antes producíamos aquí y que ahora importamos de China o subcontratamos en Marruecos, la única manera de conseguir esto es bajando los precios de los bienes y servicios fabricados en España.
Al bajar los precios exportaremos más, tanto el Estado como los pensionistas y todos los que tienen una renta fija, gastando la misma cantidad de euros comprarán más unidades de bienes y servicios, aumentando aún más la necesidad de fabricar bienes y servicios en nuestras empresas, empresas, por cierto, que están ahí no hay que construirlas, sólo abrir la puerta encender la luz y ponerlas a funcionar, como lo hacían hace unos meses.
Para conseguir bajar los precios la única posibilidad que nos queda ya es bajarnos los salarios todos los españoles y en la misma proporción, lo que no podemos pretender es que a los que tenemos un puesto fijo nos respeten el salario y a los parados obligarlos a trabajar por un sueldo basura. Convertiríamos así a una parte de la sociedad (mayormente los hijos) en esclava de la otra (los padres). Sólo cuando estemos todos tirando del carro podremos sacarlo del barrizal donde lo hemos metido y plantearnos otras metas.
Con este fin he ideado una sencilla fórmula que explico a continuación.
Actualmente la mayor parte de la cotización a la seguridad social la paga la empresa y una más pequeña la paga el trabajador.
Propongo cambiar este reparto temporalmente para que la empresa pague menos y el trabajador más, esto supondrá una reducción de salarios efectiva e inmediata y sería proporcional con lo cual sería justa. Bastaría cambiar el articulo 120.2 de la ley de presupuestos que está apunto de aprobarse.
Solamente el anuncio de esto tendría un efecto inmediato y espectacular. Los precios de los productos fabricados en España bajarían su precio inmediatamente mejorando su competitividad frente a los productos importados que inundan nuestros comercios y nuestro mercado de materias primas. Con el descenso de los precios la reducción de salarios a penas tendrá repercusión en la economía de las familias. Además los recortes previstos no serán necesarios pues todos los bienes y servicios que compra el estado así como los sueldos de sus empleados le resultarán más baratos.
La siguiente idea quiero que quede bien clara. Que los desempleados se pongan a trabajar implica por fuerza incrementar el número de bienes y servicios producidos y por supuesto que alguien pague su precio. La única fórmula que tiene el Estado, que es el principal pagador de bienes y servicios, de luchar directamente a favor del empleo es comprando más bienes y servicios y para ello sólo hay dos caminos, comprar a precios más bajos, o endeudarse que es pan para hoy y hambre para mañana, desgraciadamente este último camino nos lleva donde estamos hoy. Y esto que acabo de decir del Estado es aplicable a cualquier familia, endeudarse para consumir aumenta el consumo de hoy pero reduce el de mañana.
La gran mayoría se enojará cuando se enteren que le van a reducir su nómina, del mismo modo que a algunos niños les da una pataleta cuando sus padres le obligan a estudiar, los padres saben que es por su bien pero el niño no es capaz de ver más allá de esa tarde en la que jugará un poco menos.
A estos que les dará la pataleta hay que decirles que de su sueldo le están quitando un pastón para pagar las ayudas a los parados y todos los servicios que el Estado pone a nuestra disposición, que los disfrutamos todos pero los parados no pagan.
Lo que debe importarnos no es cuantos euros nos pagan por trabajar, sino lo que podemos comprar con ellos incluyendo lo que el Estado nos regala pagando con nuestro dinero.
Manuel J. Sánchez Fernández