Un pueblo de Valencia cobra un euro a los mayores de 10 años por entrar a dos parques
Un pueblo de Valencia impone el copago de jardines, cobra 1 euro a los mayores de 10 años por entrar al parque municipal
La entrada da derecho a disfrutar todo el día de instalaciones y servicios
A esta cuantía hay que añadir dos euros por vehículo si estacionan el coche
Con esta tasa se pretende sufragar el coste de limpieza y mantenimiento
Se aplica sólo los fines de semana y festivos entre marzo y octubre
El resto de días del año, el acceso es completamente gratuito
Los niños de La Font de Carròs, una pequeña localidad valenciana a apenas 8 kilómetros de Gandía, tienen que rascarse el bolsillo para jugar en dos de los parques de la localidad. El Ayuntamiento cobra desde mediados de abril un euro al día por acceder a las zonas verdes de la Plana y el Calvari, ambas de titularidad pública.
En realidad, la tasa está dirigida a las familias de domingueros que acuden a pasar el día a estas instalaciones. A partir de ahora, cada uno de sus miembros deberá abonar esta cuantía, salvo los niños menores de 10 años. Para ellos el acceso es gratuito.
El cobro de entrada se limita, en cualquier caso, a los fines de semana y festivos entre el 1 de marzo y el 30 de septiembre, el periodo del año en el que se registra una mayor afluencia de visitantes a ambos parques.
Así reza la nueva ordenanza municipal, aprobada por el pleno del Consistorio el pasado 12 de abril, y que ya está en vigor a pesar de que todavía se encuentra en fase de exposición pública. Según el alcalde de La Font, el 'popular' Gaspar Pérez, se está aplicando "en fase de pruebas".
Cubrir gastos extra
Pérez asegura que la recaudación servirá para sufragar el coste de la limpieza y el mantenimiento de los parques de la Plana y el Calvari, los de mayor tamaño y servicios del municipio. "Cobramos precisamente porque no son zonas verdes convencionales y requieren de un mayor gasto público", explica.
Ambas instalaciones disponen de zona de juegos, mesas, paelleros y agua potable, por lo que son frecuentados por familias y grupos que acuden a pasar el día. El de la Plana, además, cuenta con baños. Sin embargo, no siempre permanecían abiertos ante la falta de vigilancia y de presupuesto para mantenerlos en perfecto estado.
"Los parques se cuidaban, pero no se podía llegar a todo. No todos los usuarios demostraban tener educación social, civismo. Esta tasa nos permitirá mejorar los servicios al ciudadano", justifica el alcalde de esta pequeña población, de apenas 4.000 habitantes.
Gaspar Pérez admite que en las primeras semanas de aplicación se ha constatado "un ligero descenso" en la afluencia de visitantes. Pero trata de buscar el lado positivo: "Antes había gente que ponía la música alta, que pretendía encender fuego en zonas no permitidas, que desparramaba la basura; ahora esto se controla, se insta a que se recojan los deshechos".
Vigilantes y venta de entradas
El Ayuntamiento ha contratado a empleados para vigilar los parques y vender las entradas. Aunque, en opinión del alcalde, siempre desde una interpretación laxa de la ordenanza. "En un día normal, no se cobra a alguien que simplemente quiera dar una vuelta", asegura.
La norma municipal contó con el respaldo de la mayoría del Consistorio, a excepción del grupo socialista, la segunda lista más votada (por unos pocos sufragios de diferencia) en las elecciones del 22 de mayo.
Su portavoz, Pablo Puig, no está en contra de que se cobre para mantener en perfecto estado los parques del Calvari y la Plana (de hecho, los socialistas llegaron a aplicar una medida similar en 2007), pero rechazó la ordenanza porque el articulado incluía una tasa adicional. Y es que quienes acudan en coche a ambas zonas verdes y los estacionen en los parkings habilitados para ello deberán pagar dos euros más.
"Nos parece un abuso porque el gasto de mantenimiento de un aparcamiento público es cero", explica Puig, que recuerda, además, que muchos vecinos se desplazan hasta La Plana en coche porque se trata de un área separada del núcleo urbano.
Para el portavoz socialista la imposición de este canon responde a la "difícil situación de las cuentas municipales". No en vano, la Font d'en Carròs solicitó al Gobierno central alrededor de 700.000 euros para el pagar a sus proveedores.
No es el único municipio valenciano que ha recurrido a soluciones imaginativas para compensar los gastos derivados del mantenimiento de las zonas verdes. Faura, al norte de la provincia, reclama una fianza de un euro por persona a quienes deseen disfrutar de sus merenderos y áreas recreativas. Una cuantía que el Ayuntamiento retorna si se dejan estas instalaciones en perfecto estado.
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/05/01/valencia/1335900317.html