Los griegos sacan su dinero por temor a que el país abandone el euro
Miedo a la vuelta al dracma
El presidente griego, Karolos Papoulias, ya advirtió hace días de la posibilidad de que sus conciudadanos se vieran embargados por "un miedo que podría desencadenar en pánico" ante las elecciones generales del próximo domingo, que podrían marcar la salida del país heleno del euro. Y sus previsiones se están cumpliendo con total precisión.
Ante el resultado incierto de esos comicios y los rumores que hablan de un eventual retorno de Grecia al dracma (aunque solamente uno de los partidos que concurren a las elecciones, el minoritario comunista PKK, aboga por darle una patada a la moneda única), el terror se ha adueñado de muchos griegos.
La prueba es que los griegos están retirando como locos dinero de sus bancos, al ritmo de entre 100 y 500 millones de euros al día, según los datos que manejan los propios bancarios dados a conocer hoy por la prensa helena. Sólo en el pasado mes de mayo sacaron de sus cuentas la friolera de entre 5.000 y 6.000 millones de euros.
Y la aprensión ha aumentado ante las elecciones del domingo, en las que según reflejan las encuestas el resultado es incierto y se producirá una batalla a muerte por la victoria entre los conservadores de Nueva Democracia (favorables a los ajustes) y la izquierda radical de Syriza (que promete que lo primero que hará si llega a gobernar es revocar las medidas de austeridad impuestas por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional).
Se calcula que desde que 2009, cuando comenzó la crisis, millares de griegos han vaciado sus cuentas bancarias y han retirado unos 80.000 millones de euros. Los ricos se han llevado buena parte de su dinero a Suiza o han invertido en propiedades inmobiliarias en Londres y Nueva York.
Muchos miembros de la clase media guardan sus ahorros debajo del colchón o de un baldosín. Y los más golpeados por la crisis directamente no tienen nada que guardar: lo poco que tenían hace ya tiempo que se lo comieron.
Los griegos sacan su dinero por temor a que el país abandone el euro