Efectivamente en los aspectos públicos, habrá movidas y presiones y cierto control por parte del cliente, pero en lo privado, ajo y agua, porque además, en desatención al cliente, se te cachondean y te dicen que las subidas, son también por los impuestos.
Y no me digan que se puede uno cambiar de compañía, porque es una estupidez, ya que no sólo te penalizan con las altas barreras de entrada y las numerosísimas molestias y trabas, que hasta los chinos, que son muchísimos, se ponen también de acuerdo, en poner los MISMOS precios.
Asistiremos a nuevas privatizaciones y a los amiguetes como siempre, "hoy por tí, mañana por mí", que cuando salga de lo público como político, ya te esperará una poltrona cobrando más como ejecutivo de una empresa, y sino, no más que echar un vistazo, donde están aparcados ex-ministros y ex-presidentes.
Toda ese conocimiento adquirido en lo público, para controlar los delitos y excesos, se convierte en muy importante para ser luego, el perfecto delincuente.
Esa falta de control del cliente o usuario, mayor en lo privado, que en lo público en la práctica, nos lleva cada vez más a mayores privatizaciones (liberalización lo llaman), que nunca redundará en mejora o calidad del servicio, sólo en mayor PRECIO.
Esto en Francia y en toda Europa, con los jacobinos y Robespierre, supieron ponerlo coto a tiempo y TODOS hacen PIÑA, sobre lo público, y aislan y hacen la vida imposible, al que como aquí, y en los países bananeros tan bien se consigue siempre que es privatizar ganancias, y socializar pérdidas (bancos).
Un saludo