Todos sabemos , desde luego, lo que exponen en la primera parte.
El escándalo está en que el que está pagando en negro a sus empleados no es un restaurador cualquiera; es el presidente de los empresarios de Madrid y el segundo de a bordo de los de toda España; es uno de los que dicen que hay que trabajafr mucho más por menos, que hay que ser competitivos, organizados, profesionales...
"No basta que la mujer del César sea honesta; también tiene que parecerlo".
Yo no sé si la mujer del César es honesta, pero al parecer va con minifalda a la altura del gaznate, medias de malla negras, siete kilos de maquillaje y una blusa ceñida con un escote que le llega a la entrepierna, guiñandonos el ojo y haciendo morritos desde una esquina.
Es tan creíble lo que dice el Arturo, como las bondades de la "no privatización" de la sanidad sin beneficiar a los amiguetes, que nos venden González y Lasquetty, dignos herederos de la que se retiraba de la política para ser una funcionaria de a pie.
Saludos, Acrasol.