Creo que es totalmente ético y añadiría, necesario. Sé de buena tinta que estas acciones les hacen mucho daño. Y si los manifestantes no llevan mucho cuidado van a tener que pagar por ello. El problema reside en las formas. La persona que lleva a cabo este tipo de protestas, antes, debe haberse documentado legalmente de hasta dónde puede llegar para no sobrepasar la línea de la legalidad. Por lo que he visto en la televisión, los manifestantes no han tenido muy en cuenta este hecho.
El verano pasado llevé a cabo una protesta similar contra el director de una sucursal bancaria. Antes de comenzar recabé toda la información legal que pude al respecto: derecho a la libre expresión, acoso, vulneración de la intimidad, derecho a la admisión en lugares públicos, etc. El resultado fue 40 días dentro y fuera de la sucursal bancaria haciendo valer mis derechos, sin que la entidad pudiera hacer nada al respecto a pesar de intentarlo de diversas formas. Tuve que dar por finalizada mi protesta porque, entre otras cosas, tengo que trabajar.
En cuanto a los que dicen que los actos no deben involucrar a los familiares de los políticos (hijos, mujer, amante, abuelos, etc...), decirles que no estoy en total desacuerdo. Las decisiones que ellos adoptan afectan no sólo a al cabeza de familia, sino a la unidad familiar al completo. Incluso me atrevería a asegurar que afecta, en algunas ocasiones, a la siguiente generación.
Por todo esto estoy a favor del acoso a políticos, familiares incluidos. Eso sí, con los actos perfectamente planificados para evitar problemas legales y ejercer el mayor daño posible.
Un saludo.