Re: Una candidatura inmoral. Para ganar, hay antes que aprender o saber perder.
Los valores olímpicos son un referente importante para la gente joven y toda la sociedad y no vale cualquier medio para conseguir ganar y apoyarse en exarcerbar los nacionalismos es otro error que separa.
Cuando yo estudiaba en la facultad, comprobé que los mejores estudiantes no entendían "la competición" como una lucha encarnizada en la que valía todo, sino que eran los que más ayudaban y apoyaban a los demás y cooperaban en la mejora de todo el grupo, con valores que se podían ver como debilidades aparentemente, pero que te enseñaban lo más importante y es que todos estabamos en el mismo barco.
Esto es muy importante en la economía, en la que parece que todo vale para conseguir unos objetivos, sin importar cómo se consiguen que tanto daño está haciendo en la economía española al ver cómo empresarios famosos o grandes ejemplos a seguir, caen de sus pedestales viendoseles ahora como auténticos delincuentes que sólo buscan y buscaban el lucro fácil y rápido.
Las ganancias a toda costa con el doping, en el que sólo vale ganar sin importar cómo, las decepciones de un corredor paralímpico como Oscar Pistorius con las armas y su uso, nos enseñan, de que la competencia o el ganar no es indiferente a la manera en que se haga y no ser capaz de formar en la necesaria dilación de la recompensa o el que a veces se gana perdiendo y otras, se pierde, ganando.
Eso debería ser el espiritu olímpico y el de la economía que no puede ser, el todo vale para ganar sin importar cómo, sino que lo más importante, es el cómo se llega a practicar deporte como complemento para la salud y no hasta donde o quién es el mejor, porque las victorias o derrotas están en cada uno y la competencia SIN normas retrasa la civilización, no la hace avanzar y no siempre el atajo es una ventaja.
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Los menores impuestos incentivan los cambios de residencia fiscal
La mitad de las rentas altas de España paga el IRPF en Madrid
Ha ganado siete puntos de cuota en los últimos tres ejercicios
Cataluña ha registrado una leve caída en el mismo período.
La estadística de la Agencia Tributaria parece indicar que la Comunidad de Madrid, que mantiene el tipo impositivo del IRPF más bajo de España y no aplica el impuesto sobre el patrimonio, se ha convertido en una suerte de refugio para las rentas altas. Los últimos datos de Hacienda muestran que 5.612 contribuyentes declararon por IRPF más de 600.000 euros en 2011. De estos, el 48,6% tributó como residente en la Comunidad de Madrid. Se trata de una proporción muy elevada si se tiene en cuenta que el conjunto de contribuyentes madrileños representan solo el 16% del total. Cataluña, por su parte, aglutina el 18% de declarantes en España y concentra el 22,4% de las rentas altas, un porcentaje muy inferior al de Madrid.
Si bien la crisis ha provocado un descenso generalizado del número de contribuyentes con rentas superiores a 600.000 euros –pasó de 8.000 declarantes en 2008 a 5.612 en 2011–, se ha registrado una concentración inaudita de contribuyentes adinerados en Madrid.
Habrá que esperar a las próximas publicaciones para ver si la estadística confirma de forma más rotunda que se están produciendo las “deslocalizaciones de personas físicas” que han detectado los asesores fiscales
http://cincodias.com/cincodias/2013/08/27/economia/1377625318_191374.html
¿De verdad es un motivo de orgullo para Madrid ser un Paraíso Fiscal como Mónaco o Gibraltar, a costa de perjudicar al resto?
¿Todo vale?
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Hay un experimento psicológico muy bueno en el que a unos niños se les ofrece mayor recompensa posterior a cambio de una pequeña renuncia a corto plazo.
Se demostró con el paso de los años que quién había logrado aguantar las renuncias a corto plazo mejor (con cámaras comprobadas), en su vida llegaba más lejos, que aquellos que engañaban o se autoengañaban con recompensas a corto plazo, sin esperar al largo plazo "tan incierto e inseguro".
UN AÑO DEL TSUNAMI
"Sabíamos que todos los liquidadores de Chernóbil acabaron muriendo"
Los liquidadores acudieron hace un año a la central de Fukushima en un intento desesperado por apagarla. Entrenan a diario a pesar de que el infierno -la exposición a la radiación para acabar con las llamas- terminó.
Un saludo