Hace años conocí a un personaje muy singular,lleno de seguridad y orgulloso me dijo: "Yo no sé leer ni escribir,pero estoy enseñando a mi nieto". Me quedó grabada la frase. Actualmente hay profesores,no todos por supuesto,que son FUNCIONARIOS y están haciendo lo mismo con sus alumnos,sobre todo en Matemáticas;Física y Química, no saben la asignatura,pero la "enseñan" a sus pupilos. Si a esto le sumamos,desinterés,ocio,dejadez,falta de respeto y urbanidad en clase y tolerancia infinita,pues lo normal es el FRACASO ESCOLAR.Es alucinante que una criatura con 14 años en el lomo y escolarizado desde los 4 años, no sepa lo que es un número primo,ni lo que es una fracción,no sepa el sistema métrico decimal,etc. eso es elemental,ejemplo: van a comprar y no saben calcular el cambio.........,en el plan del 54 el exámen de ingreso en el bachillerato constaba de prueba escrita: Dictado,solo se admitían 2 faltas de ortografía,resolución de una raiz cuadrada, con la prueba,división con decimales. La prueba oral era de :Historia,Geografía,Ciencias Naturales y conceptos generales. La edad de los niños 10 años, yo me examiné en el Instituto Jaime Balmes de Barcelona. Gran centro docente,con magníficos profesores como Don Guillermo Díaz-Plaja,Don José Luis Asián Peña,Don Ricardo Aldama Herrero,Don Francisco Santos Coco,Don Miguel Azara Reverter y muchos más que Dios tenga en su Gloria,que promovieron unas generaciones de alumnos brillantes,competitivos,trabajadores.. que posteriormente pasamos a la universidad con una buena base. Sacar un suspenso era una tragedia,un aprobadillo medio fracaso,un notable ni fú ni fá,se luchaba por sobresaliente y el que quería Matrícula de Honor, se examinaba oralmente en otro exámen. El que sacaba Matrícula,tenía la matrícula gratuita y como en mi casa no había un duro, me tocó enviciarme en sacar Matrículas de Honor para seguir estudiando. Era una forja. Otro día explicaré el GRAN LOGRO de las olvidadas UNIVERSIDADES LABORALES, solo de recordar estas cosas y a mis queridos profesores se me humedecen los ojos. Disculpas.