Endeudamiento mundial: ¿Cómo acabará la patada hacia adelante a una bola cada vez más grande?
La huida hacia adelante con la que se consiguió frenar la debacle en la que se vio sumido el mundo financiero tras la caída de Lehman Brothers el 15 de septiembre de 2008 nos ha metido en un territorio desconocido para el ser humano y su organización económica. Con un mundo tan interconectado y un nivel de globalización nunca antes vista, el efecto dominó que puede desencadenar un tropiezo inesperado puede resultar letal para el conjunto del sistema económico.
Así, las políticas monetarias que han ido implementando progresivamente los Bancos Centrales han servido para ganar tiempo (¿a qué precio futuro?), pero en mi opinión, en lugar de ayudar a solucionar el problema lo que han conseguido es agravarlo más si cabe, insistiendo de nuevo en un modelo de crecimiento basado en la deuda como motor de crecimiento.
Algunos datos lo corroboran: entre 2007 y el segundo trimestre de 2014 la deuda mundial se ha incrementado en 57 billones de dólares, con un ritmo de crecimiento anual del 5,3%. Con las familias, empresas y sector bancario endeudados hasta las trancas y en pleno proceso de desapalancamiento, han sido los gobiernos los que han tomado el relevo, con un crecimiento de la deuda del 9,3% anual.
Nos movemos en un terreno desconocido en el que se van a tener que tomar decisiones (no huidas hacia adelante dándole a la máquina de imprimir billetes), tarde o temprano, de las que no se tiene ninguna experiencia que pueda servir de guía en el pasado y a la que poder tomar como referencia. De la misma forma, los efectos que tales decisiones puedan acarrear son a su vez inéditos, con lo cual nos vemos abocados a un futuro con una gran incertidumbre. El hecho de que nadie pueda tener la más mínima idea sobre qué será del mundo de aquí a dos o tres años me desconcierta sobremanera. El problema viene siendo que el incremento de la deuda es mayor que el crecimiento de la economía (en 2007 el ratio global deuda/PIB era del 269%, mientras que en el segundo trimestre de 2014 se situaba en el 286%).
Nota: España es uno de los países que encabeza el aumento del endeudamiento (¿será ese el motivo del débil crecimiento que nos venden como recuperación económica?; ¿estamos entonces saliendo de la crisis?).
La patada hacia adelante no puede ser eterna, y llegará el día en que se tendrán que afrontar los problemas y coger al toro por los cuernos. A los Bancos Centrales parece que les quedan ya pocos ases en la manga (tipos en mínimos, tropecientas QE, guerra de divisas,…), y países como China, que tira de la economía mundial (nota: ha cuatruplicado su deuda desde 2007) empieza a tener síntomas de fatiga (y de burbujas, así como una inquietante banca en la sombra). Por no hablar del burbujón que hay montado, en mi opinión, en los mercados financieros (las inyecciones de liquidez se quedan en esa nube financiera, sin bajar a la economía real).