Estimado Vinagreto, dices en relación a los puentes que es algo sin significado en otros pagos y que ..."es una de las grandes aportaciones españolas a la cultura laboral las otras son siesta y fiesta (lo peor de todo es que no lo digo en broma)"...
Te doy toda la razón, estoy de acuerdo contigo hasta el güeso, aunque no son aportaciones, más bien manifestaciones de un carácter auténtico, que sale de adentro. En algo deberíamos diferenciarnos y me parece estupendo que nuestro carácter lúdico con tendencia a la felicidad del ocio contraste con los demás y pelee contra el estilo de vida que pretenden imponernos (aunque de hecho, lo logran).
No me cabe duda que, en este sentido, somos la reserva espiritual de occidente, y los últimos reductos se encuentran de Despeñaperros p'abajo, aquí para los perdidos aún brilla la luz del paganismo que alumbró el Mediterráneo.
Amo la fiesta (ojo, he dicho fiesta, no pandereta o tópico) y aborrezco el trabajo degradante que esclaviza y, todavía más, a esos que achacan la falta de productividad a los trabajadores (que siempre pagan y dan el callo) obviando la manifiesta inutilidad del que dirige, auténtico responsable.
Saludos.