Reflexiones sobre la búsqueda de trabajo
En las 48 que llevo oficialmente desempleado me ha dado tiempo a filosofar sobre muchos aspectos de la vida que ahora no vienen a cuento, pero ha habido uno que ha capturado mi interés por encima de todos. Tal ha sido la obsesión con la idea que me ha forzado a abrir este blog y ponerla al alcance de todos.
Resulta que he perdido esta mañana alrededor de dos horas actualizando los cinco o seis perfiles que tengo en páginas de búsqueda de empleo (Lo de repartir cvs empieza a ser cosa del pasado). Quizá penséis que ahora estoy desempleado el tiempo no debería ser un problema, pero lo es. Nunca he soportado la ineficiencia, ni el desorden.
Así que me he planteado:
¿Por qué existen los portales privados de búsqueda de empleo?
Desde luego, vivimos en una sociedad capitalista en la que cualquier persona con una idea tiene todo el derecho a hacerse rico gracias a ella. Mi punto no va por ahí. Mi memoria ha ido unos cuantos años atrás, concretamente a 1º de Bachillerato, cuando me enseñaron por primera vez qué era un monopolio natural.
Para el que no lo tenga muy fresco o para el que no lo haya oído en su vida, la idea es bastante sencilla:
Existe un monopolio natural cuando es más rentable que un bien o servicio sea producido por una sola empresa. El ejemplo típico que se suele usar es el del aprovisionamiento del agua.
Con la idea del monopolio natural en la cabeza, no he parado de pensar en por qué no existe un portal de empleo público a nivel nacional en el que se registren todas las ofertas de trabajo (las que las empresas quieran publicar, claro está)
Porque, a fin de cuentas, ¿en qué te beneficia tener cuatro o cinco perfiles en buscadores de empleo? Aún no he conseguido dar con ninguna. Sin embargo, sí que he pensado en todo lo positivo que sería tener un sistema nacional de búsqueda de empleo, tanto para los ciudadanos como para las empresas.
El ciudadano tendría un servicio unificado y bastante más eficiente que el actual, lo cual también se aplica para las empresas. Además, la información obtenida de dicho portal podría beneficiar a las políticas de empleo, permitiendo saber con más profundidad las necesidades de los sectores.
Se podría argumentar que por qué tendría el Estado que intervenir en la creación (evidentemente incurriendo en un gasto) de dicho portal de empleo. Aquí puede haber discrepancias, pero el hecho de que el 80% de los ciudadanos estén preocupados por el desempleo (de acuerdo al último barómetro del CIS en abril) me parece un motivo notable.
El desempleo es el verdadero problema de este país y si medidas para la unificación y la eficiencia en la búsqueda de empleo ayudan -de alguna manera- a la creación de empleo, bienvenidas sean.