Hasta las cañas sufren la crisis
El calor del verano no parece ser suficiente para derretir la complicada situación que atraviesa el sector cervecero. La crisis ha llegado a los turistas y al bolsillo de los españoles.
Una de las medidas urgentes en las economías domésticas ha sido el control del gasto en salir de cañas. No se deja de ir al bar, pero se reduce el tiempo de estancia y, en consecuencia, las posibilidades de consumo.
En 2009, por segundo año consecutivo, bajarán las ventas de cerveza, algo que no ocurría desde 1996. Para el próximo ejercicio, las perspectivas son más halagüeñas y así, con una comparativa en mínimos, se prevé una mejora en una horquilla de crecimiento o caída de la facturación del 1%.