Regalar dinero a los ciudadanos, ¿última salida de los bancos centrales?
Buenas a todos.
Últimamente voy escuchando algo que a los oídos de un lego en economía como yo me parece ilusorio; ingresar dinero directamente a los ciudadanos en vez de prestárselo a los bancos.
Hasta ahora todas las medidas de los bancos centrales (QE, tipos negativos...) estaban encaminadas a que los bancos prestaran dinero a los ciudadanos y reactivaran las maltrechas economías occidentales; pero, nada de nada; los bancos se están refinanciando a sí mismos, mejoran sus maltrechos balances, tapan agujeros, no ofrecen interés a los depositantes porque les resulta más barato pedir prestado al banco central de turno...
"¿Regalar dinero a la gente? Posibles instrumentos de los bancos centrales ante otra recesión"
Martin Wolf, economista y redactor jefe del Financial Times,cree que si una nueva recesión llega pronto a Europa, Japón o EEUU, los bancos centrales tendrán que innovar, llevar más allá en sus políticas no convencionales para intentar reanimar la economía. Entre estas opciones, Wolf asegura que su preferida es el 'helicóptero del dinero', es decir, transferencias directas desde los bancos centrales hacia las cuentas corrientes de las familias o a los gobiernos.
De este modo, Wolf argumenta en su última columna titulada 'Why it would be wise to prepare for the next recession', que la próxima recesión en "las economías avanzadas dejará a los bancos centrales con mucho menos espacio para implementar una política monetaria expansiva que en anteriores recesiones", por lo que los banqueros centrales tendrá que buscar nuevas alternativas.
Algunas opciones para los banqueros
Una de ellas sería "no hacer nada. Muchos expertos aseguran que el mundo necesita una recesión 'limpiadora'", es decir, una crisis en la que los agentes económicos más débiles mueran para que la se produzca una renovación y un crecimiento más sano. Sin embargo, Wolf cree "esto es una idea loca, puesto que dejaría muy dañado el tejido social".
"Una segunda opción sería cambiar los objetivos de crecimiento económico o los de inflación. Quizá hubiera sido aconsejable haber tenido unos objetivos de inflación más altos. Pero cambiar estos objetivos cuando están siendo incapaces de cumplir con unos mucho más asequibles podría no servir para nada", explica el economista británico.
Multiplicar el tamaño de los estímulos también puede ser una solución, aunque Japón podría ser el ejemplo de que esta opción no funciona. El balance de su banco central es mucho más grande (respecto a su PIB) que el del BCE o el de la Reserva Federal y sin embargo los resultados no parecen muy atractivos.
Tipos negativos
Por otro lado están los tipos de interés negativos, como los que están poniendo en marcha el BCE, Suiza, Suecia o Dinamarca. Los tipos negativos a los depósitos de los entidades en el banco central "genera intereses negativos en los mercados sin imponer intereses negativos a los depositantes minoritarios... Por otra parte no está demasiado claro como son de eficaces estos tipos negativos".
Por último, aparece la opción favorita de Wolf que el 'dinero helicóptero'. "Esto es una emisión permanente de dinero con la intención de incentivar la adquisición de bienes y servicios, ya sea por los gobiernos o por los hogares... Si el dinero fuera directamente utilizado por el gobierno, para reducir impuestos o ingresado directamente en las cuentas corrientes de las personas, seguramente tendría efecto", asegura Martin Wolf.
"Personalmente, yo preferiría este último instrumento. Llegados a este punto es crucial reconocer que con toda probabilidad se tendrá que hacer algo más allá de lo convencional la próxima vez", culmina el periodista del Financial Times.
http://www.eleconomista.es/economia/noticias/7331419/02/16/Regalar-dinero-a-las-familias-Los-instrumentos-de-los-bancos-centrales-ante-otra-recesion.html
Un artículo similar hace ya año y medio:
"¿Y si el BCE decidiera inyectar 500 euros directamente en los 'bolsillos' de la gente?"
http://www.eleconomista.es/banca-finanzas/noticias/6222053/11/14/Y-si-el-BCE-decidiera-inyectar-liquidez-directamente-en-los-bolsillos-de-la-gente.html
Otro artículo de septiembre de 2014:
"Foreing Affairs sugiere que los bancos centrales deberían dar dinero directamente a los ciudadanos"
La prestigiosa y conservadora revista Foreign Affairs, vinculada a la élite política de Estados Unidos, trae una propuesta radical para acabar con la desigualdad global entre ricos y pobres y terminar de una vez con la crisis financiera: los bancos centrales deberían dar dinero directamente a los ciudadanos, dado que las reducciones de impuestos y los planes de estímulo han beneficiado a las oligarquías poderosas pero no han hecho nada por la economía en su conjunto. Para los economistas Mark Blyth y Eric Lonergan, autores del artículo Print Less but Transfer More, Why Central Banks Should Give Money Directly to the People (Imprimir menos y transferir más ¿Por qué los bancos centrales deberían dar directamente dinero a la gente?), publicado en la edición Septiembre-Octubre de Foreing Affairs, esta medida impulsaría la demanda y aboliría el desempleo. Incluso, estimularía la inflación, lo que podría poner fin a la crisis de la deuda global.
El documento está dando que hablar en varios medios de Estados Unidos y coincide, en parte, con algunos tópicos que hemos planteado en este blog: el milagro económico de la posguerra en países como Japón dió rienda suelta a las políticas monetarias que alentaron la creación de burbujas; la crisis de Japón en los años 90 fue el inevitable resultado de políticas basadas en la tasa de interés que colapsaron con el repliegue de la inversión; el dinero barato de los bancos centrales alienta las burbujas especulativas pero no hace nada por la economía real y mientras la banca privada recibe dinero al cero por ciento de interés, cuando presta dinero lo hace al 6%, 7% u 8 por ciento como mínimo. La economía sufre un estancamiento persistente porque se han aplacado las fuerzas de la demanda agregada y la caída del consumo potencia las fuerzas recesivas en su aumento del desempleo y mayores caídas en la inversión.
Si la tesis de Blyth y Lonergan parece de locos, recordamos que hace dos años unos economistas del FMI plantearon la idea de terminar con la banca privada y dejar en pie solo a una banca pública que no cobre intereses. En la actualidad lo único que crece de manera imparable son los intereses que en plazos de 15 años consiguen “el milagro” de duplicar la deuda. Los intereses han pasado a ser un lastre nocivo de la economía y en tiempos de crisis los únicos que reciben beneficios son aquellos que practican la usura de los intereses.
Enterrar botellas llenas de dinero
Los autores recuerdan que en los años 30, en medio de la Gran Depresión, John Maynard Keynes propuso enterrar botellas llenas de billetes en antiguas minas de carbón para que una vez descubiertas (como el oro) crearan nueva riqueza y estimularan el gasto. Milton Friedman dio vuelta esta idea y sugirió la tesis de “lanzar el dinero desde un helicóptero”, imagen que los economistas ortodoxos han confundido con dar dinero a los bancos, es decir, las actuales inyecciones de liquidez.
El problema es que esta liquidez no llega a la gente y permanece en la burocracia bancaria que lo entrega para apuestas en los mercados de renta variable que a su vez desatan nuevas burbujas como las que viven actualmente los mercados bursátiles. Eso no constituye ningún motivo de éxito de las políticas monetarias sino más bien da cuenta de su rotundo fracaso. Las “agresivas” acciones de los bancos centrales de mantener en terrenos históricamente bajos las tasas de interés no ha estimulado la inversión privada como reza el modelo IS-LM. Por eso estas políticas solo han alimentado un ciclo dañino de auges y caídas con el desastroso resultado de distorsionar los precios de los activos y provocar el mayor empeoramiento en la desigualdad social.
Dinero para impulsar el consumo
Las transferencias de dinero a sectores más propensos a consumir pondrían en marcha a la economía dado que se impulsaría la demanda agregada. Hasta el momento, las transferencias han sido a sectores más propensos a la especulación que al consumo, y ahí está el grave problema. La especulación con los actuales instrumentos financieros ha sido un juego de ganar-ganar para los apostadores, dado que apenas se ven en dificultades corren a pedir socorro a los gobiernos que no dudan en rescatarlos con fondos públicos, como ha sido la tónica desde el estallido de la crisis en 2008, elevando los niveles de deuda pública con cargo a todos los ciudadanos.
Para los autores del documento que publica Foreing Affairs, los gobiernos han hecho mal con tratar de impulsar la economía desde las partes superiores, de ahí el fracaso global. Para hacer bien las cosas, los gobiernos deben impulsar la economía desde abajo. Lo que hemos visto tras seis años de crisis confirma que la “teoria del chorreo” planteada por los economistas neoliberales, no es más que un mito burdo y ramplón. Se ha pensado que “estimulando desde arriba” (como se ha hecho con la banca y las grandes empresas rescatadas), la economía recuperaría su cauce normal gracias a las propias “fuerzas del mercado”. Nada más erróneo: los “mercados” se encuentran en poder de oligopolios que controlan todo el sistema. Recordemos a la élite corporativa que controla el mundo. Los principales beneficiados de los planes de estímulo o rebajas de impuestos es esta pequeña oligarquía.
Por eso que en lugar de despilfarrar el dinero entregándole cientos de miles de millones a la banca, los bancos centrales deben entregarlo directamente a los consumidores, que son los que gastarán el dinero e impulsarán el flujo comercial. Para los autores, el objetivo sería el 80 por ciento de los hogares más pobres en término de ingresos, con lo que además se ayudaría a compensar la creciente desigualdad de ingresos.
Sin miedo a la inflación
Uno de los puntos que inquieta a quienes se oponen a la idea es el caracter inflacionario que esta medida supone. Sin embargo, en momentos en que arrecia la deflación, y cuando las presiones inflacionarias van por el lado de los productos energéticos, una inflación moderada del 5% o 7% puede incluso ayudar a mejorar el tema de la deuda que en seis años de crisis se ha reproducido. Una inflación moderada haría retroceder la deuda y permitiría mejorar la distribución del ingreso.
En las últimas tres décadas, el salario del 40 por ciento de la fuerza de trabajo en los países desarrollados se ha estancado, mientras que los más ricos han visto cómo sus ingresos se disparan. Se estima que el 5 por ciento más rico posee el 40 por ciento de la riqueza total, en una tendencia que no deja de ampliar la brecha entre ricos y pobres.
¿Por qué los bancos centrales no han hecho esto antes? Para los autores, esto es por un accidente de la historia: los bancos centrales no fueron diseñados para gestionar el gasto, sino para llevar a cabo algunas funciones básicas como emitir moneda, proporcionar liquidez al mercado de deuda pública y mitigar los pánicos bancarios. Las operaciones de mercado abierto, con la compra y venta de bonos del gobierno, fue la principal función de los bancos centrales, que proporcionaba liquidez y determinaba la tasa de interés en los mercados de dinero. La flexibilización cuantitativa fue la última invención de los bancos centrales que ayudó a estabilizar los mercados tras la crisis iniciada en 2008. Pero el costo ha sido demasiado alto para los magros resultados que alcanzó: crecimiento estancado, desempleo por las nubes y la deuda en máximos históricos.
http://www.attac.es/2014/09/02/foreing-affairs-sugiere-que-los-bancos-centrales-deberian-dar-dinero-directamente-a-los-ciudadanos/
Sigo en otro post para que no sea muy pesado
Saludos ¿regalando dinero..., de quién?.