El ex sindicalista Fernández Villa cobra una pensión por un accidente que no existió
Lo que todo el mundo sabía en las minas de Hunosa se confirma. Que el histórico sindicalista del SOMA, José Ángel Fernández Villa lleva 19 años cobrando una pensión por invalidez de más de 2.500 euros por un accidente en el interior del pozo que jamás existió. Interviu publica los documentos que probarían que lo que sucedió realmente y que varios testimonios siempre han asegurado es que se le cayó encima una caja de sidra durante la fiesta minera de Rodiezmo en 1985. Un accidente que la prensa recogió entonces como una anécdota del acto. Años después, Villa habría usado aquello para dejar de trabajar.
La duda siempre había rodeado el supuesto accidente minero de Villa, al que casi nadie recuerda en el tajo sacando carbón, pero ahora se confirman gracias a tres partes de accidentes elaborados por personal de HUNOSA, que aseguran haberlos redactados por "indicación de sus jefes".
El primer parte se elaboró en octubre de 1995 y habla de una recaída de Villa haciendo referencia al incidente con la caja de sidra. Ese parte se modifica días después y se habla solo de recaída sin mencionar más que "productos de madera" y que sintió dolor en la espalda al levantar una mamposta". El tercero y definitivo menciona que resbaló por una escalera y que "cayó flexionando y rotando la columna, golpeándose contra la propia escalera". Partes a los que ya hizo referencia la revista Atlántica XXII hace un año y que según esta publicación estarían firmados por el jefe de personal del Pozo Candín en el que trabajó Villa y por el médico que, a pesar de que calificó el suceso de "leve", supuso para el líder sindical una invalidez permanente absoluta desde 1997 . Tenía entonces 53 años. El accidente se habría producido a las diez de la mañana en la tercera hora del turno y el nombre de Villa nunca apareció en el libro de bajas de la empresa.
Villa está siendo investigado por la fiscalía para conocer el origen del 1,4 millones de euros que legalizó acogiéndose a la amnistía fiscal y a otra investigación abierta dentro del sindicato. Investigaciones a las que él intenta hacer frente apelando a su actual estado de salud. Actualmente está pendiente de ser sometido a un nuevo informe, por un neurólogo independiente que determine si está o no en condiciones de hacer frente a un juicio.
Los partes junto a un anónimo le fueron remitidos al escritor Gómez Fouz hace muchos años de un empleado de Hunosa y sindicalista del SOMA, que reconoce en un papel que les acompaña y que escribió a mano que "Me ordenan que invente la descripción (del accidente) cosa que hago".
Hunosa asegura que los hechos ocurrieron hace 21 años y que la actual dirección no tiene conocimiento oficial de ellos y que por tanto no se pronuncia. Insiste en que están dispuestos a colaborar si la seguridad social, la justicia o el Parlamento requieren de la información de la que disponen.
http://www.elmundo.es/espana/2016/08/08/57a8ad38468aeb99208b460b.html