Las declaraciones de la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, para que paguen más por las medicinas los jubilados que más cobran ha reabierto, nada más empezar el año, la polémica sobre el copago farmacéutico. El tramo que quiere “ajustar” el Gobierno es el que va de los 18.000 a los 100.000 euros. Pero, ¿son iguales todos los pensionistas?
Las sucesivas declaraciones de la ministra de Sanidad sobre la subida del copago farmacéutico de los pensionistas, durante la última semana, han sembrado la confusión y el enfado entre los afectados, los partidos, las autonomías y las organizaciones sanitarias. En su intento por aclarar la postura del Ejecutivo, Dolors Montserrat no hizo más que incurrir en nuevas contradicciones. Tras asegurar que “no está en la agenda del Gobierno”, admitió que, de todos modos, se va a estudiar y ha dejado en manos de “los expertos” del Ministerio y del resto de partidos la decisión final.
“Pienso sinceramente que deberíamos ajustarlo mejor, porque los que pagan 18.000 y un euro pagan lo mismo que una persona que cobra 100.000 euros. Pienso, sinceramente, que quien más tiene debería pagar más. Por tanto, esto queremos revisarlo y así lo dije en la comparecencia”. Esta rotunda afirmación suya en los micrófonos de Radio 4 desató el lunes un temporal de especulaciones sobre una hipotética subida, como mínimo a una parte de los jubilados de ese tramo de renta, que ahora comparten el mismo tope máximo de 18,5 euros al mes.
Sanidad no salió al paso con ninguna aclaración oficial a lo largo de toda esa jornada, pero luego llegó por Twitter lo que parecía un primer intento de rectificación. “No es cierto que se vaya a subir el copago farmacéutico a los pensionistas con ingresos de más de 18.000€”, escribió. ¿Y a los de 30.000? ¿Y a los de 60.000? Los portavoces del ministerio remitían para más aclaraciones a la entrevista que Montserrat tenía concertada al día siguiente en “Los Desayunos de TVE”, donde comenzó con otro indicio de marcha atrás. “No alarmemos a los pensionistas. Hoy quiero lanzarles un mensaje de tranquilidad y sosiego. La reforma del sistema de copago no está ni en la agenda del Gobierno ni en la del PP”, afirmó. Pero un minuto después añadió que está “dispuesta a estudiarlo”, después de que los expertos lleven a cabo un informe que, admitió, ni siquiera se ha empezado a confeccionar. “Voy a escuchar a los expertos y a los grupos parlamentarios, y, en función de eso, decidiremos (…) A lo mejor no se trata de subir el copago, sino de bajárselo a algunos(…)”. “El copago podría subir, bajar o quedar igual”, continuó sembrando dudas.
Modular el pago en función de la renta
Lo cierto es que, al margen de la confusión creada, el consenso de los expertos es que se trata de una medida razonable que puede mejorar la equidad del sistema actual, además de aumentar los ingresos del Estado. En primer lugar, cabe señalar que el copago farmacéutico ya existe en España, pero es en función de la edad y no en función de la renta. Por tanto, no respeta el principio de equidad. Además, la exención total de los jubilados no fomenta la responsabilidad en la utilización de los medicamentos. Es decir, en la actualidad todos los ciudadanos que no son pensionistas pagan el 40% del precio del medicamento (excepto los enfermos crónicos que pagan un 10% y los funcionarios que pagan un 30% tanto si están en activo como si están jubilados).
Así las cosas, coinciden en que sería necesario modular el copago en función de la renta, tanto para los activos como para los jubilados. Es decir, aunque el abono medio de los activos sea el 40%, el pago debería ser más elevado para un asalariado con un sueldo alto que para un desempleado al que se le ha agotado la prestación. Pero es el Gobierno, con los datos que tiene a su alcance, el que se encuentra en las mejores condiciones para evaluar la medida de forma precisa.
Pero para ganar en equidad, los técnicos consideran que la modulación del copago no solo tiene que tener en cuenta la pensión, sino también debe atender a los siguientes elementos: las otras rentas del jubilado (fondos de pensiones privados, rentas de capital, etc.); si el pensionista vive con una persona a su cargo o no; o si se trata de un enfermo crónico, en cuyos casos el copago debería ser mucho menor.
Copago si..., para mejorar las prestaciones
El copago farmacéutico se emplea con éxito en la mayoría de los países de Europa, sobre todo en los que gozan de un servicio sanitario más amplio y con mejores prestaciones. Las formas de implantarlo son distintas en los diferentes territorios, pero siempre con la vista puesta en la sostenibilidad del sistema que permita dar cobertura adecuada a toda la población.
Lo que tiene que garantizar el país, a través de su sistema de salud, es que todos los ciudadanos tengan todas las atenciones sanitarias que su estado de salud requiera, con independencia de cualquier circunstancia económica o de otra índole sin que esto grave de una forma importante sobre su economía. Estas atenciones deben prestarse a todos, sin excepción, en igualdad de condiciones empleando todos los recursos necesarios que cada situación precise, independientemente de su coste y de las circunstancias del individuo y todo ello con la rapidez adecuada. Esto quiere decir que, en ningún caso, el coste de la atención sanitaria debe suponer una carga económica significativa para las familias o los individuos.
El copago tiene dos objetivos primordiales: el recaudatorio, que es el menos importante, y el disuasorio, que es el fundamental. Se debe tener presente que la Sanidad es muy cara y que se paga entre todos. También hay que tomar conciencia de que si se quiere salvaguardar el sistema de salud que existe en España y conservar su carácter universal, hay que hacer un esfuerzo adaptado a las posibilidades de cada uno, para evitar el abuso consciente o inconsciente y la sobreutilización del mismo.
http://www.elconfidencialdigital.com/te_lo_aclaro/Copago-farmaceutico-iguales-pensionistas_0_2856314354.html