El fin del trabajo. La mentira de los nuevos yacimientos de empleo.
Recientemente he leído un libro que aunque escrito el 1994, viene totalmente a cuento con la crisis actual.
Titulo: El fin del trabajo. Autor: Jeremy Rifkin. Edit.: Paidós. En este libro se describe con todo lujo de detalles como las nuevas tecnologías han venido destruyendo puestos de trabajo a un ritmo muy superior que las nuevas oportunidades que ofrecían. Algunas ideas inspiradas por el libro y otras:
-La tecnología posibilita hacer más con menos. Más producción con menos recursos... especialmente la mano de obra. Cada vez la industria está más automatizada. Al final habrá robots que podrán hacer cualquier trabajo.
-La industria, buscando reducir costes y ser competitiva está sumergida en una carrera por incorporar tecnología (viene a ser como una competición por eliminar puestos de trabajo)
-Se prefiere despedir a parte de los trabajadores que reducir el horario de trabajo y mantener el empleo. Aunque el rendimiento de trabajadores más descansados puede ser mayor, sale más a cuenta tener menos trabajadores debido a los costes sociales. Por la misma razón se prefiere retrasar la edad de jubilación aunque cada vez haya más paro.
-Las desigualdades sociales se incrementan a pasos agigantados. Mientras que las filas del paro aumentan, la riqueza generada por la tecnología y el ahorro de costes es aprovechada por unos pocos.
-Los directivos de las empresas, se pueden subir los sueldos porque identifican convenientemente el nuevo incremento de beneficios con su talento. Los que controlan los medios de producción son los grandes beneficiados por la tecnología. Creo, que la figura del empresario o emprendedor que arriesga su dinero para crear riqueza, es minoritaria en comparación con la de empleados con sueldos millonarios, puestos por tráfico de influencias y que se lo montan a costa del pequeño accionista.
-¿Quien compra los productos? Los millonarios pueden despilfarrar hasta cierto punto, pero cada uno no va desayunar por la mañana, por ejemplo, lo que 20 hombres, ni tener 20 coches... Para absorber la producción se ha ido destruyendo la figura del ahorrador, se ha potenciado el consumismo. Se ha favorecido el crédito fácil. Ha tardado, pero al final los créditos hay que pagarlos y la burbuja explotó.
Un saludo.