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Síntesis de dos años de inflación
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el aumento del Índice de Precios del Consumo (IPC) en el bienio 2021-2022 ha sido de un 12,6%, aunque para los “alimentos y las bebidas no alcohólicas” el porcentaje se eleva hasta el 21,4% y en el caso de los “productos energéticos” al 37,4%.
En el alza de los precios ha tenido un destacado papel el encarecimiento de materias primas importadas usadas en los procesos productivos de las que, quizás, una de las más conocidas sea el gas natural.
Por tanto, parte de la inflación tiene un origen externo e indefectiblemente hemos de asumirla los consumidores. Para el lapso de tiempo tratado (años 2021 y 2022), mi estimación es que esta inflación exógena ha supuesto un 5,4% (esta aproximación resulta de detraer del IPC el deflactor del PIB, donde las importaciones tienen signo negativo).
En los dos últimos ejercicios, también las rentas de los agentes sociales y económicos han evolucionado. Por tanto, comparando las variaciones de las rentas con la del IPC (12,6%) tendremos una idea de cuánto ha caído el poder adquisitivo, según el colectivo de referencia (exposición algo más amplia en ESTABILIDAD DE PRECIOS E INFLACION – Gorgojo Rojo (wordpress.com)).
En el caso de los empresarios debemos tener en cuenta que la variación de sus rentas es función de la del volumen de negocio y de la del margen de beneficio.
Omitiendo el efecto derivado de las alteraciones del volumen de negocio y utilizando los últimos datos sobre rentas recogidos en los informes de recaudación la Agencia Tributaria y las variaciones interanuales del Índice de Cifra de Negocios Empresarial que publica el INE, deduzco que los márgenes empresariales crecieron un 13,4% en el caso de los empresarios individuales y en un 6,7% en el de los empresarios societarios.
Considerando el alza relativa del coste salarial de 2021 que publica el INE y el incremento de los salarios de 2022 que aprecia la Agencia Tributaria, los trabajadores del sector privado habrían visto incrementarse sus salarios en torno al 9,0%.
Por último, el Gobierno elevó las retribuciones de los empleados públicos en un 4,4% y revalorizó las pensiones en un 5,1%. Como es sabido, este año los pensionistas se benefician de una subida del 8,5% lo que, si los precios se mantuvieran constantes, daría lugar a una mejora de su poder adquisitivo del 14% tomando como dato base diciembre de 2020.
En conclusión, la inflación importada durante los dos últimos ejercicios no ha sido asumida en su totalidad por empresarios individuales y trabajadores que debieran avenirse a un pacto de rentas (en el que debe participar el Gobierno por lo que atañe a empleados públicos y pensionistas) para detener el proceso inflacionista sostenido, ahora, por la interacción salarios/márgenes-precios.