Me quedo asombrado al ver como ha cambiado el panorama en tan poco tiempo. He estado dos años fuera de España aunque he venido ocasionalmente.
Antes, el panorama era totalmente eufórico. La economía iba bien, eramos la octava potencia del mundo y eso se reflejaba en el espiritu optimista de la gente.
Hoy parece que nos henos metido en un pozo sin fondo. Fundamentalmente, por la crisis económica, pero eso afecta también al estado de ánimo de la población.
Pues ni antes estábamos en la cumbre ni ahora estamos en la fosa. Hay que mantener la ecuanimidad y no dejarse zarandear por esos altibajo.