Pues tienes razón. Es cierto que, para aspirar a la democracia, se necesita un nivel cultural mínimo de la población, y una madurez y tolerancia de la cual muchos pueblos islámicos carecen. Demasiados fundamentalismos, hoy en día.
Por el momento, hablamos más de esperanzas que de posibilidades reales, y yo no me atrevo a opinar por cuáles derroteros derivará todo esto.
Pero sí parece que el pueblo islámico tiene la oportunidad, aunque difícil, de iniciar un proceso de democratización, de evolución de su cultura, de abandono del hierocratismo que se deriva de su religión. Occidente puede ayudar, pero depende de ellos.
Democratizar los países islámicos significaría pérdida de control sobre los mismos por parte de Occidente, cierto, pero quizás abriría puertas a un mejor entendimiento mutuo en términos de civilizaciones. A la larga, esto permitiría al Norte de África tender hacia un protagonismo económico diferente, frente a Europa, cuando el auge de China se modere (lo cual acabará llegando, cuando se incrementen su inflación y los salarios, se disparen los costes del transporte internacional y se revalúe el yuan). También permitiría regularizar el saldo migratorio Norteáfrica-Europa.
Pero depende de ellos.
Saludos.