El patrono en relación con el trabajador tiene una relación asimétrica, razón por la cual existe la legislación laboral. Sin embargo esa asimetría que causa inelasticidad de precios es limitada a condiciones de alto desempleo, pues ante niveles bajos de desempleo las empresas se ven obligadas a competir por trabajadores, y así quien fija los salarios son los estándares de mercado laboral, o dicho de otra forma, si no pagan bien, se quedan sin empleados. Actualmente esta es la situación en los países donde las empresas están ingresando, tras largarse de EUA, Europa y Japón.
Como dije antes, yo no discrimino a la mujer. Es que quien se beneficia más con la inserción de la mujer en el mercado laboral es precisamente el patrono, no la mujer. Al insertarse la mujer en el mercado laboral y devaluarse los salarios, se le niega a las mujeres que querían ser madres la posibilidad de serlo sin trabajar, de poder vivir con el salario del marido.
Me parece que te has creido la retórica de los patronos sobre la inserción laboral de la mujer. Una mujer feminista me comentaba:
Muchas veces yo he tenido esas dudas, y he padecido eso: comprarles cosas a los hijos para sobornar el sentimiento de culpa de no proporciionarles tiempo de calidad, y, es que el tiempo de ocio queda totalmente sepultado entre las responsabilidades. Por las noches, antes de dormir, lo que prevalece es una infinita tristeza y ganas de llorar amalgamadas con el cansancio extremo y el sentimiento de impotencia.
Realmente, creo que los hijos estaban mejor cuando las mujeres no "ganaban", pues estar en la casa no es sinónimo de "no trabajar", simplemente no se percibe salario por el trabajo más inacabable y rutinario del mundo.
No lo digo yo, lo dice una feminista quien ha luchado toda su vida por las mujeres, y hoy está por pensionarse.