Desde hace tiempo vengo pensando que la solución a la tremenda crisis económica que padecemos pasa por salir del euro. No es condición suficiente, pero sí necesaria. Si se quieren mantener unos precios competitivos de exportación vía 'deflación interna', los salarios van a tener que bajar muchísimo, porque otros gastos de las empresas (electricidad, agua, gas, alquileres, tasas, impuestos, multas...) en vez de bajar (como sucedería en una devaluación, en términos de divisa de país comprador) resulta que no hacen más que subir. Para conseguir el efecto neto (medido siempre en términos de divisa del país comprador) de una devaluación, la 'deflación interna' tendría que ser bestial.
Siempre en mi opinión, no aguantaremos más de cinco años sin que salgamos del euro, o bien que se divida la zona euro en dos subzonas, la del 'euro+' y la del 'euro-', con cambio flotante entre ellos, dentro de ciertos límites.
Salir del euro no sería tan complicado. Hay algunos mecanismos, relativamente sencillos y practicables, que se han publicado ya en varios sitios.