Realmente esto ya existia.
Cuando yo era un nano, hace unos cuarenta añitos a mi me cortaba el pelo, mi madre mi abuela, o un señor que atendia en su casa.
Luego estaba el zapatero remendón que arreglaba casi cualquier cosa de cuero. El labrador que hacía capazos y zapatillas de esparto. El lechero con las vacas en su casa que te vendía la leche a granel, el pollero, que vendía huevos y gallinas muertas para la comida. La gente vedía el producto de las huertas a la puerta de casa. Nosotros llegamos un año a vender creo recordar ciruelas de un familiar. Hasta el tendero de los ultramarinos tenía su encanto con los famosos cupones. Qué podria contar de la bodeguilla, allí se vendían vinos a granel para la comida, en un entorno en el que se respiraba vino. El de la electrónica para el que cualquier aparato tenía solución, un par de válvulas una soldadura y zás, la radio de la abuela volvia a sonar. El disco que sonaba como un milagro con el zumbar de fondo. Hemos perdido el norte en muchos casos, lo tenemos más fácil, es posible, pero hemos perdido algo por el camino.jajaja.
Un fuerte abrazo.