Seguramente la crisis de EUROBANK pasará a los anales secretos de alguna agencia de comunicación norteamericana contratada por el principal accionista de este banco oportunamente cerrado por el Gobierno del Sr. Zapatero el pasado mes de mayo. Hasta es posible que el caso se estudie en el temario más o menos reservado de alguna universidad privada USA.
El cometido encargado por EUROBANK a esta agencia de relaciones públicas especializada en manipular la información que reciben los inversores - seguramente conocedora de los casos como Enron o World COm - era bastante singular. La entidad mandataria, EUROBANK, había llegado a un acuerdo con el Banco de España para cesar en su actividad y proceder a la "liquidación ordenada" de sus negocios. Este acuerdo con el supervisor se materializó por una carta hecha pública el 25 de julio de 2003, en la que se explicaba la solvencia y liquidez suficiente del banco que se sometía a intervención. Esta carta firmada por el entonces presidente de Eurobank, Eduardo Pascual, dirigida al Banco de España produjo como lógica consecuencia un proceso de retirada de fondos de los clientes, a los que se aseguró que se les atendería en sus peticiones de reembolso de acuerdo a los contratos de depósitos firmados. El volumen de clientes en el momento de producirse la carta mencionada era el más alto de la breve historia de EUROBANK debido a la existencia de numerosas campañas de captación publicitaria en los principales medios de prensa económica y financiera, a excepción del periódico MERCADO DE DINERO editado por AUSBANC EMPRESAS, asociación sin ánimo de lucro (es decir, sin accionistas) que agrupa a pymes y profesionales que son usuarios de servicios financieros. Entre dichos medios escritos en los que se hacía publicidad de los depósitos de EUROBANK se contaba el boletín DINERO QUINCE, editado por EDOCUSA, sociedad anónima editora de las publicaciones de la ORGANIZACION DE CONSUMIDORES Y USUARIOS, por lo que un número importante de socios de la citada organización que estaban suscritos a DINERO QUINCE se vieron afectados por la crisis de EUROBANK. En algunos de los contratos de estos ahorradores figuraba como canal comercial las siglas OCU.
Debido a una filtración de prensa, esta relación publicitaria entre DINERO QUINCE y EUROBANK saltó a los medios y provocó una reacción airada de protesta de los responsables de OCU remitida a AUSBANC CONSUMO, en una de cuyas ruedas de prensa se produjo la citada filtración.
El encargo realizado por Pascual a esta agencia de "relaciones públicas" era manejar a los aproximadamente 2.000 depositantes que quedarían atrapados tras su decisión unilateral de incumplir el compromiso de "liquidación ordenada" y optar por traicionar a su clientela mediante una alevosa suspensión de pagos que presentó en pleno mes de agosto, falseando la Memoria de EUROBANK al alegar una iliquidez desmentida por los propios interventores judiciales.
Como coadyuvante a las labores de la agencia, Pascual designó a algunos de sus colaboradores personales -incluso vinculados a empresas comerciales y distribuidoras con las que Pascual mantenía relaciones de interés - que tenían la condición de depositantes para que, haciéndose pasar por "afligidos y airados afectados" concitaran la creación de una "asociación de los propios afectados" cuyo objetivo final era concederle los votos necesarios para probar una coartada jurídica llamada Convenio de Acreedores. Esta asociación se constituyó finalmente bajo la denominación de "ADAEM" , en cuya "dirección" se mezclaron luego los lacayos de Pascual que tenían lógicamente la condición de depositantes con algunos depositantes ajenos con muchas ganas de "figurar" y que fueron captados hábilmente por aquéllos. El primer comunicado de ADAEM coincidía plenamente con AUSBANC CONSUMO en el rechzazo a la suspensión de pagos e incluso dicha ADAEM contrató en Rankia por un importe de 4