¡ Y que lo diga !
Y que lo diga, pues hay que recordar como a don Pasca que era el primer accionista, al final le quedaron sus buenos diez millones de euros en la caja del banco para aliviarse de males que le reclamaban otros y un magro acuerdo por el cual sus víctimas, oportunamente asesoradas y según lo que por no buscarse más complicaciones le vino bien al Sr. Cana, le perdonaban cristianamente todos los que a ellos les había causado con sus veleidades, contentándose con la vuelta de lo suyo y una limosnilla de buen cristiano.
Así que es posible que los de ahora quieran confiarse a este precedente y ya hayan contactado con los intrépidos facilitadores del anterior.
Lo peor es que tantísima gente ajena a estos manejos y a los que habrá de difentes o similares en este caso, lo está pasando ya mal.
Saludos desde Rankia.