La UE reformará las reglas de gestión e inversión de los planes de pensiones de empresa.
La Comisión Europea ha lanzado una propuesta para reformar los criterios de gestión, transparencia e inversion de los fondos de pensiones de empresas, que mueven alrededor de 2,5 billones de euros procedentes de los ahorros de 75 millones de trabajadores. La medida presentada por el comisario de Mercado Interior y Servicios Financieros, Michel Barnier, forma parte de un paquete de propuestas destinadas a incentivar canales de financiación alternativos a los tradicionales préstamos bancarios. Así, una vez que esta nueva directiva sea aprobada, los gestores de estos fondos privados tendrán mayor capacidad para invertir en activos y proyectos a largo plazo que generen crecimiento y creación de empresas. Junto a esta reforma, la Comisión propone hoy establecer reglas comunes para otros sistemas de financiación alternativos, como el 'crowdfunding'.
La comunicación presentada ayer no ofrece aún detalles concretos sobre estas modificaciones, pero sí señala que se endurecerán los requisitos de gobernanza de estos fondos y se establecerán nuevas reglas en la política de remuneración de los gestores. También obligará a contar con un depositario -una entidad independiente al fondo que se encargue de 'guardar' el dinero gestionado-, algo que existe en España pero no es obligatorio en otros países. Los clientes de estos planes -por lo general trabajadores de grandes empresas y multinacionales que cuentan con planes privados de jubilación alternativos las pensiones públicas- estarán major informados y los criterios y requisitos se estandarizarán en toda la UE.
En lo que respecta la gestión propiamente dicha, la propuesta hará más sencillo a estos fondos operar en todos los Estados miembros y adaptarse a las normas específicas de otros países de la UE: También se "modernizarán las reglas de inversion" para asegurar que estos fondos tienen total libertad para invertir en infraestructuras y otro sproyectos a largo plazo. El objetivo, en general, es "asegurar que no haya restricciones si no están justificadas por criterios de prudencia". Los planes de pensiones de empresa se rigen por una directiva de 2003 que es la que ahora se pretende reformar. Bruselas argumenta que desde aquel año ha habido "cambios significativos" que justifican una actualización: "La crisis económica ha puesto de manifiesto la necesidad de mejorar la gobernanza de estas instituciones", argumentan en la Comisión.
El endurecimiento de determinados criterios y obligaciones de estos planes de pensiones llevará consigop un encarecimiento de sus costes operativos, según admite la Comisión, La propuesta estima en un coste adicional de unos 22 euros por cada participante en el fondo, lo cuál podrá suponer una carga para las empresas gestoras más pequeñas. No obstante, los responsables de esta propuesta creen que estos sobrecostes no abocarán al cierre a ninguna compañía de inversion colectiva en la medida en que los Estados miembros tendrán la discrecionalidad para, una vez transpuesta la nueva Directiva, eximir de estas nuevas obligaciones a los fondos que gestionen los ahorros de menos de 100 trabajadores.