Depende. Diría que lo productos y servicios más comodities sí, pero los que llevan mucha tecnología diría que no, que son profundamente deflaccionarios. Los coches, toda la electrónica de consumo. Por ejemplo, antes del smartphone la gente compraba cámaras, calculadoras, reproductores de música, grabadoras, etc. Preguntales a tus padres cuánto costaba una cámara medio decente, los carretes y sus respectivos revelados?
Fíjate en el consumo de contenidos. Hasta mediados de la primera década del 2000, comprabamos cintas de música y pelis, cd, dvd. Por el precio de media docena de discos de entonces ahora tienes una suscripción anual con la que escuchas toda la música que quieras. Igual que con las plataformas de streaming de vídeo.
Los libros, lo mismo (excepto en papel y sobre todo los de texto porque las editoriales tienen un monopolio con el gobierno que definen el contenido curricular)