Gestores de fondos.....¿qué gestores?
La inflación interanual se ha disparado en dos meses -con la llegada del PSOE dicen las peores lenguas del PP- del 2,1%, casi el objetivo, al 3,4% y ha echado por tierra todas las expectativas de beneficio de los activos más timoratos que se negocian en el mercado.
Con una inflación del 2,1% todavía se puede hacer una gestión alternativa en la industria de los fondos de inversión, pero cuando hablamos del 3,4% los números son mayores y la cosa se complica. Con unos precios por las nubes, la publicidad del Tesoro se queda hecha añicos por mucho paisaje que nos presenten en las televisiones y mucha música sensual.
Es a partir de los 10 años cuando los marginales ofrecen rentabilidades algo superiores porque, en operaciones a corto y medio plazo, de 3 a 18 meses, resultan ridículos los rendimientos con esa inflación de por medio. Eso sí, visto el panorama de la calidad de la gestión en este país ya es mucho conseguir lo mismo que la inflación.
No hay FIAM que supere el 1,5% anual... y `sólo´ hay 1,1 millón de partícipes en este tipo de fondos. ¿En qué pensarán cuando les llega el extracto del banco? ¿Acaso viven en otro mundo? Una docena de mixtos renta fija superan la inflación. Pero ahí se mueven muchos menos, 178.000 partícipes, y también hay una docena de entidades con pérdidas.
De los 645 fondos garantizados sólo 10 superan la inflación anual y son legión los que consiguen rentabilidades del 0,5-0,6%. Otros tantos están en rojo. Eso sin tener en cuenta los gastos, ni las penalizaciones, ni nada de nada.
Respecto a la llamada gestión alternativa, basta mirar las tablas de Morningstar para ver que existen un par de fondos que alcanzan el 8 y el 9% anual y de ahí para abajo hasta 67 todos por debajo de la inflación. Esto es auténtica gestión alternativa, sin duda.
Y eso que somos el séptimo país de Europa con más dinero invertido en fondos, 213.900 millones de euros, según datos de la Federación Europea de fondos, alrededor de un 30% del PIB español. Ocho millones de partícipes, a los que hay que hacer un altar especial porque, en la mayoría de casos, resultan indolentes ante la gestión que reciben.
También debemos ser uno de los países con una cultura financiera de las más escasas, a juzgar por lo poco que nos preocupamos a la hora de cambiar de fondo cuando la gestión resulta nefasta, poco rentable, negativa o simplemente ineficaz. Podríamos decir que, en demasiados casos, la gestión se cobra pero no se realiza. O eso parece.
Lo último en fondos de pensiones es el cobro estratosférico de la gestión, con comisiones que llegan a alcanzar el 2%. Debe ser una nueva estrategia que podría ser publicitada así: “Cobramos más que lo que rentamos”. “Lo último en el mercado”. “Pase por nuestra trituradora y no se preocupe que se lo vamos a cobrar”.
Va siendo hora de que los reglamentos de fondos se pongan en marcha y sepamos en cada momento qué nos cobran y qué rentabilidades consiguen los gestores con la inversión de nuestro dinero.
Por supuesto que existen muy buenos gestores en el mercado pero, tal cual está montado el mundo de los fondos de inversión, es difícil que se ganen la confianza. La radiografía general no les beneficia. El bosque no permite ver los pocos árboles.
Tasas de inflación tan altas y -pronto- tipos de interés mayores, dificultan el tiro hecho de algunos de estos activos que son colocados como churros entre los pequeños ahorradores españoles que, acongojados por la variabilidad de la bolsa, se lanzan en brazos de los gestores con la esperanza de no perder su dinero.
Jesus Garcia el confidencial.com...