Edmond de Rothschild Emerging Bonds
Hola.
La volatilidad ha sacudido a los mercados de renta fija durante el mes de mayo y no son pocos los inversores que se preguntan si aún queda valor en la deuda y, si es así, ¿Dónde?. El fondo que os presento hoy, EdR Emerging Bonds, puede suponer una opción dado sus buenos resultados de los últimos meses, ya que a pesar de los vaivenes de la renta fija, este producto ha conseguido situarse entre los más rentables.
Se trata de un fondo, lanzado en 1998, que invierte en los mercados de deuda y divisas de los países emergentes, cuyas posiciones son seleccionadas a través de una gestión bond picking basada en sólidas convicciones. Así, aunque tiene como referencia el índice JPMorgan EMBI Global Hedged, cubierto en euros, este solo sirve como punto de apoyo, ya que los gestores llevan a cabo una gestión activa que no tiene en absoluto en cuenta las posiciones del citado índice y mediante la que buscan obtener la máxima rentabilidad posible a largo plazo.
Una de las pocas limitaciones que tiene el fondo es que no puede tener duraciones negativas. Actualmente, la duración de la cartera se sitúa en 4,2 años. Por el contrario, sí puede variar su liquidez del 0 al 100%. Asimismo, puede invertir hasta un 100% en deuda de alto rendimiento con cualquier vencimiento y denominada en divisas fuertes, como dólares o euros, o en moneda local, según las convicciones de los gestores del fondo: Jean-Jaques Durand y Romain Bordenave.
Dichas convicciones les llevan a apostar en la actualidad por países como Venezuela, que acapara el 21,9% de los activos del fondo. La continua rotación en el mercado de petróleo y un contexto técnico más favorable apoyan esta decisión. Los otros dos grandes temas del fondo son Ucrania y Rusia, con un 15,2% y 12,4%, del patrimonio, respectivamente. La región se estabiliza progresivamente y en el caso de Ucrania cuenta con el apoyo del FMI para hacer frente al pago de su deuda, mientras las negociaciones para la reestructuración de la misma siguen adelante.
En lo que respecta a la distribución sectorial, los bonos soberanos suponen el 43,7% de los activos, mientras que los valores financieros representan el 22,5% y los servicios colectivos y energéticos, el 12,9%. Este reparto queda plasmado en la cartera en una fuerte apuesta por cinco posiciones que aglutinan el 43% de los activos: bonos soberanos de Venezuela, petroleros de Venezuela, sistema JSFC, deuda gubernamental de Argentina y la empresa ucraniana Ukreximbank. Como resultado, el 33,5% de la cartera cuenta con una calificación crediticia CCC, otro 25,5% es BB y un 17,1% es B. Sólo cerca de un 10% de los activos poseen una calificación de grado de inversión. Un saludo.