Cuando eliges un fondo de inversión, no basta con ver si "sube o baja". En este sentido, Alpha y Beta aportan un gran valor en la lectura del rendimiento generado por el fondo. Veámoslo con mayor detenimiento:
Beta mide cuánto se mueve tu fondo en relación a su índice de referencia: Fórmula Beta
🔹Beta = 1 ➝ Se comporta como el índice. 🔹Beta < 1 ➝ Menos volátil. Busca proteger capital en caídas, aceptando subidas más moderadas. 🔹Beta > 1 ➝ Más agresivo. Pretende amplificar movimientos alcistas, asumiendo también caídas mayores.
Alpha mide si el fondo ha generado rentabilidad extra respecto al índice, ajustando al riesgo (Beta). Fórmula Alpha de Jensen
🔹Alpha = 0 ➝ Ni gana ni pierde frente al índice. 🔹Alpha > 0 ➝ Aporta valor añadido. 🔹Alpha < 0 ➝ Lo hace peor que el índice.
👉 En fondos de gestión pasiva, un Alpha negativo cercano a 0 es normal, ya que se pretende replicar al índice y lo que se refleja de manera negativa son las comisiones. Igualmente, la beta será igual o cercana a 1. 👉 En gestión activa, un Alpha positivo es lo que justifica las comisiones que se pagan. Si un fondo de gestión activa tiene beta cercana a 1 y alpha negativa, estás pagando gestión activa para nada.
📌Aplicarlos de manera combinada puede mejorar tu toma de decisión.
Ejemplo sencillo: - Si tu fondo tiene beta 1 y el mercado sube un 10 %, lo normal es que tu fondo también suba un 10 %. - Si sube un 12 %, ha generado un alpha +2 (lo ha hecho mejor). - Si sube solo un 8 %, tiene un alpha -2 (lo ha hecho peor).
Con lo dicho, ¿qué fondo parece estar mejor gestionado bajo estas métricas? Lo ideal es realizar una comparativa con fondos que compartan el mismo índice de referencia, para que el fondo que se busca incorporar sea para cubrir una misma necesidad dentro de la cartera, ya que cada cada benchmark/mercado de referencia tiene su propia volatilidad y retorno esperado.