El tema del fraude no lo veo que tenga una solución fácil porque hay igualmente muchos vasos "intercomunicados".
Yo me he criado en un hogar donde mi padre era autónomo y cuando empecé a trabajar y vi lo que yo pagaba como asalariado de impuestos y lo que pagaba él, le dije que apenas pagaba impuestos y que eso no podía ser. Y é me lo explicó:
¿Qué ocurría? Cuando mi padre iba a un particular y le decia "esto le cuesta tanto más el x% de IVA", la respuesta sistemática del cliente era que no querían factura ni IVA. Y esto se lo decían hasta personas que eran inspectores y subinspectores de Hacienda, verídico. Solo personas que podían deducirlo vía despachos profesionales,negocios o seguros abonaban los impuestos. Con lo cual el IVA realmente lo tenía que poner mi padre. ¿Por qué? porque la gente piensa que sus impuestos van a ser sistemáticamente malgastados y en cuando puede, se escaquea de pagarlos.
Esto de acusar a los empresario de defraudadores y que persiguiéndoles se soluciona el problema no es cierto, defraudadores somos todos porque el sistema nos empuja a ello, igual que los que acusan a los funcionarios de vagos, tampoco, ya sería casualidad que gente con muy elevada formación y que ha pasado 2,3 ó 4 años preparando unos exámenes durísimos sean todos unos vagos y se hayan juntado todos en el mismo sitio; lo que ocurre que, una vez sacada tu oposición, un funcionario no tiene ningún incentivo más que su dignidad profesional para hacerlo bien, porque nadie le va a promocionar o castigar por su día a día. con lo cual el sistema se va a mínimos, y el garbanzo podrido acaba estropeando el cocido: en la reciente huelga que hicieron en Justicia, le pregunté a un funcionario que conozco cuál era la verdadera razón: resulta que hay gente que no hace su trabajo y atasca el juzgado en el que está, y como está blindado por el carácter sagrado del que les reviste el Estatuto del Funcionario, la solución que plantean es mover a los funcionarios eficaces a desatascar el juzgado del vago y escaqueado, a lo que se niegan los que quieren cumplir con su trabajo,pero no hacer el de 2. Y eso no puede ser, a ese individuo tenían que ponerle en la calle y ya está.
Y en cualquier caso, mi padre estaba dado de alta e ingresaba un mínimo de impuestos, frente a numerosos casos que actuaban sin pagar nada haciendo competencia desleal (y muchos tenían un trabajo por la mañana en la administración pública, vivíamos en el mismo barrio, precisamente). Y para la inspección de Hacienda, lo fácil era tirar del listado de autónomos e inspeccionarlos, pero sin ser muy duros, porque sabían que si apretaban mucho, se pasaban a la economía sumergida. Lo fastidiado es salir a la calle a pillar los que no aparecen en ningún censo y operan totalmente en negro. Y esto es muy difícil de hacer cuando un inspector de Trabajo se pone manos a la obra a las 10 de la mañana y a la 1 corta (esto lo he visto yo en vivo en una inspección, delante de mis narices).
Y por último, vivíamos en un barrio donde la mayoría de los vecinos trabajaban en lo público (sanidad, justicia o fuerzas de seguridad), y cuando mi padre tenía que volver a trabajar después de comer, ellos ya estaban en casita, a mi padre como autónomo jamás le dieron una baja laboral y eso que yo le he visto fastidiado con gripes,etc, y a los vecinos con cualquier excusa estaban de baja. Así que su estímulo para financiar este sistema tampoco era, digamos, muy alto. Igual que no es para mí cuando acudo a la biblioteca pública y veo que se gastan 600 euros al mes en libros para un área de 50.000 personas, pero luego hay literalmente 5 empleados redundantes sin ocupación en la biblioteca (que serán mínimo 10.000 euros al mes), porque como en el Ayuntamiento se crea "empleo de calidad", está prohibido el trabajo a tiempo parcial o que a un trabajador fijo le digan que tiene que ir 4 horas aquí y 4 a la otra bibilioteca, con lo cual solapan turnos y doblan el personal necesario en cada uno.
Por ello, y dado que en España no tenemos la conciencia que tienen los alemanes o los suecos de qué tenemos que poner cada uno de nuestra parte para mejorar el bien común, seguiremos cada uno tirando por nuestro lado: los funcionarios, a través de asociaciones y sindicatos muy fuertes, y a través de controlar la política y la justicia, y con ello la elaboración de las leyes en su favor siempre, van a seguir tirando para su lado, y el resto de la ciudadanía, va a seguir defraudando para no financiar este sistema injusto y derrochador.