¿Cómo elijo el plazo de la hipoteca?
Para aquellos que todavía no saben lo que es hipotecarse y no saben cómo decidir por cuánto tiempo se hipotecan, veamos aquí algunos aspectos a tener en cuenta:
1. La edad.
Si tienes 30 años o menos, el plazo de la hipoteca puedes ser perfectamente de hasta 40 años. Sin embargo, si tienes 50 años o más, no deberías pensar en hipotecarte por más de 20 años.
La edad es un factor importante porque la vida laboral se acaba en un determinado momento y se pasa a depender de una pensión.
2. Ingresos mensuales en relación con la cuota que se paga.
La cuota que se paga va indirectamente relacionada con el plazo, a menos cuota más plazo y a más cuota menos plazo.
Se aconseja que las deudas totales que paga una familia no superen el 40% de sus ingresos mensuales porque se entiende que con el restante 60% tienen que tener bastante para cubrir sus necesidades básicas y, tal vez, poder ahorrar. Como ese 40% engloba todas las deudas, es recomendable que la cuota hipotecaria no supere el 30% de los ingresos, aunque tambien depende el resto de deudas que pague la familia.
3. Un mayor plazo implica mayores intereses.
Por un lado querremos que nuestra cuota mensual no sea muy alta, y se adapte a nuestros ingresos pero por otro también tenemos que ver que los intereses son mayores conforme más largo sea el plazo.
4. Si la hipoteca es a tipo variable o a tipo fijo*.
Cuanto más a largo plazo sea la hipoteca existe más riesgo de, si es a tipo variable, de que el Euribor suba porque, aunque ahora está muy bajo, si firmamos una hipoteca a 15, 20 ó 30 años puede subir.
Sin embargo, si es a tipo fijo vamos a tener que pagar la misma cuota sin depender de la evolución del Euribor y si a día de hoy pagamos, por ejemplo, 350€ al mes, dentro de 10 o de 15 años ese dinero no va a valer lo mismo que hoy, sino que valdrá menos.
*Si queréis leer más sobre la comparación entre ambas podéis leer este post que escribí: Hipotecas: ¿tipo de interés fijo o variable? ¿qué es mejor? Ejemplo comparativo.
En conclusión, debes elegir una cuota que se adapte a tus ingresos, pensando siempre en que puedas afrontar el pago a largo plazo pero, a su vez, debes saber que cuánto más largo sea el plazo mayores intereses, además de entender cuál es el riesgo de contratar una hipoteca a tipo variable. Es una ponderación personal que cada uno ha de hacer.
Todo esto es muy evidente pero hay personas que van al banco y cuando les ofrecen grandes cuantías - o, mejor dicho, más de lo que pueden pagar - aceptan sin pensárselo dos veces.
Esto no son más que consejos, es decir, cada uno puedo hacer lo que quiera pero hay que tener en cuenta que la hipoteca es un compromiso a largo plazo, un gasto mensual fijo, cuyo impago conlleva la ejecución, y es necesario pensar bien hasta cuándo quieres estar pagando.