Tras la crisis del Covid-19 va a haber cambios importantes, también en el mercado inmobiliario.
Se va a resentir el mercado de alquiler turístico, ya que los viajes serán más caros y los propietarios tendrán que optar por mercado residencial frente a alquiler vacacional. Es de esperar que ante el incremento de oferta, baje el precio del alquiler. Hay viviendas que directamente serán expulsadas del mercado.
Por otra parte, ante una recesión, bajarán los precios de venta y también las ventas. Ya en la actualidad, el hecho de la caída de ventas anticipaba una tendencia bajista. Al igual que en los mercados bursátiles, no sólo es importante el precio, sino también el volumen y cuando hay desviaciones, las tendencias cambian.
Aumentará el paro, bajará la renta disponible y será fundamental la liquidez. Si ya hoy día es insostenible dedicar más del 50% a la vivienda, imaginen con lo que viene. Si no hay liquidez, se dificultará aún más la inversión en inmobiliaria. Actualmente no sólo hay hipotecas para primera vivienda, sino también para segundas viviendas, adquiridas con otras hipotecas.
Creo que el problema de España con la vivienda viene dado por el escaso conocimiento financiero del ciudadano medio, entre otras cosas.
Para los fondos buitre, esto es como cualquier otro mercado. Necesitan carne fresca de la que alimentarse y una vez que han inflado los mercados al máximo y han sacado buena tajada, huyen en estampida o venden para volver a comprar más barato y seguir alimentando el ciclo con carne fresca renovada.
Ahora mismo, lo que más valoro es mi liquidez, siendo inversor en vivienda, bolsa y otros activos.