Esto me supera, así que voy a hacer alarde de mi valiente ignorancia y ruego a cualquier forero que corrija de forma inmediata cualquier barbaridad que pueda decir, para no causar ningún perjuicio al afectado y engañado por esa enfermedad pasajera llamada amor.
Como no ha dicho nada al respecto, voy a dar por supuesto que no tienen hijos en común con su ex pareja, hecho que de producirse me haría ver las cosas desde otro punto de vista.
Entiendo que ha contraído voluntariamente la obligación de pagar el cincuenta por ciento de una hipoteca sin derecho a propiedad ni en el presente, ni en el futuro.
No sabemos si existe responsabilidad solidaria o subsidiaria sobre el otro cincuenta por ciento.
En el mejor de los casos le quedan por pagar 105.000 más intereses de algo que va a dejar de disfrutar, sobre lo que no tendrá ningún poder de decisión y que jamás será suyo.
Mis propuestas serían las siguientes:
Si fuera viable propondría dividir la vivienda de forma que existieran dos pisos, apartamentos, estudios o lo que salga, con reconocimiento del pleno dominio sobre mi parte y a partir de ahí que cada palo aguante su vela.
Si lo anterior no es posible dejaría bien clarito que dejaría de pagar de forma inmediata. Supongamos que la otra parte, en breve, no quiera o no pueda asumir la totalidad de los pagos y el piso sale a subasta. Pongámonos en lo peor. Nadie puja porque las cargas son superiores al valor de mercado actual de la vivienda. El piso se lo adjudicaría el banco por el cincuenta por ciento del valor de tasación. Como no conocemos el valor de tasación vamos a suponer que es de 250.000. Nuestro amigo aún debería 62,500 más los gastos que pudieran quedar coleando por ahí.
Antes de dejar de pagar, si tuviera algún dinero ahorrado, haría una excursión a Gibraltar o donde hiciera falta, para depositarlo en algún lugar que no estuviera al alcance de embargos facilones o simplemente al bancolchón.
En cuanto la vivienda saliera a subasta haría una visita a Tristán y a todos los subasteros del mundo mundial para hacerles ver las maravillas del inmueble, dándoles todo lujo de detalles de lo acontecido, por si fuera posible engordar su valor de adjudicación.
Una vez liberado de la pesada carga visitaría el banco para llegar a un acuerdo sobre la forma de liquidar la deuda pendiente.
Y si tuviera que comenzar a trabajar en negro o irme a vivir a Venezuela sin duda lo haría. De perdidos al río.
Evidentemente a la otra parte contratante sólo se le dice que se deja de pagar sin más detalles. El que quiera aprender a Salamanca.
Supongo que en estas descabelladas propuestas, habrá muchas cosas que corregir o añadir. Incluso puede que lo mejor sea borrar este mensaje del foro. Lo someto a vuestra consideración.